Diario de León

Teatro

El cineasta leonés Alaejos se monta un teatro sin actores

El creador audiovisual debutará en el festival de Otoño de Madrid con 'Archivo', una obra inmersiva, puesta en escena junto a su compañía Serrucho

Los tres componentes de la compañía Serrucho, Paadín, Ana Cortés y el leonés Raúl Alaejos. DL

Los tres componentes de la compañía Serrucho, Paadín, Ana Cortés y el leonés Raúl Alaejos. DL

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El leonés Raúl Alaejos ha creado Serrucho, compañía teatral con la que llevará al Festival de Otoño de Madrid Archivo , su primera incursión en las tablas que se mueven en los grandes ciclos españoles. Los Teatros del Canal, en la siempre experimental Sala Negra, es el lugar para representar lo que él mismo define como una «instalación escénica sin actores». Aunque podría decirse que sí los hay: el propio público. Y en pequeñas dosis. Porque el experimento llega incluso a esa propuesta en la que en pequeños grupos durante la semana de representación, con una aforo general para todos los días de 400 personas, irán pasando por esta obra especial hasta en su duración: unos veinte minutos.

Cada vez que una caja se abre o se cierra, otra en otro lugar sufre un proceso relacionado. Cada decisión que uno toma en la vida, supone un efecto en algún otro lugar para otra persona. Casi lanzan así, Alaejos junto a sus socios de aventura, Ana Cortés y Paadín, una idea sobre la experiencia y efectos de vivir. Y de hecho, lo extrapolan hasta a temas de tanta actualidad como el cambio climático y sus causas y lo que cada uno tiene tanto de actor como de testigo. Es decir, que Archivo aborda tanto el hecho individual como el colectivo, o las consecuencias de lo realizado. Y todo ocurre alrededor de una instalación que es un gran archivo lleno de cajones interconectados.

«Los espectadores van pasando y alrededor de ese gran archivo, a través de unos auriculares reciben órdenes», señala Alaejos, lo que confirma que aunque el actor ocasional, es decir el espectador de turno, no conozca el guión lo seguirá sin margen a la improvisación.

Como idea podría suponerse que con este espectáculo «inmersivo», como también lo definen sus artífices, se iban a encontrar con ciertas trabas, por su aparente difícil encaje en programaciones que aunque son de lo más versátil siempre exigen ciertos cánones, pero ellos recibieron el elogio de Carlota Ferrer, directora del festival, quien pudo verlo en otro evento que arriesga como es el Imperdible. «Fue una casualidad. Vieron algo parecido, basado en lo mismo, que hicimos con la Fundación Cotec, que es también parte de la producción actual», explica el cineasta leonés.

Archivo podrá verse en el Festival de Otoño del 19 al 24 de noviembre en diferentes horarios. Y la idea de sus creadores es incidir en esas consecuencias que surgen de todos los actos.

Pero lejos de una lección moral, está más el mensaje de que lo insostenible no surge de la ignorancia sino de decisiones racionales que surgen desde la propia situación de estar atrapados en el sistema. Mensaje largo, pero con el efecto de estos cajones comunicantes que hacen ver que todo está interconectado desde el nivel más básico al de los Gobiernos o las grandes corporaciones.

Sobre esta sinopsis luego surge la acción concreta que, más que ver, protagoniza el público. Para Raúl Alaejos supone ese paso más que parte desde lo que podría ser una mera instalación. «No hay actores porque la idea es que sea un espectáculo participativo. La dramaturgia y narrativa de la obra es lo que ocurre en los cajones. El propio archivo está mecanizado y es el que provoca la interacción del público», indica.

La otra parte de todo este experimento se centra, según la compañía Serrucho, en que «queremos indagar en este tipo de teatro». Y aunque suene futurista, sin actores que valgan, más como una dramaturgia de los objetos, puede llevar a pensar en lo que sería la distopía de que un día fuera posible prescindir de los sujetos naturales de la acción, como es en este caso de teatro sin intérpretes.

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