Colinas retorna al relato con «Huellas», un libro ambientado en León

Antonio Colinas está «en racha». Acaba de reeditar su emblemático Viaje a los monasterios de España , en el que añade dos capítulos y un poema, y retoma ahora el pulso narrativo en Huella s, un libro de cuentos ambientado en León, en ese Noroeste mítico que se esconde tras el nombre de Petavonium. El título no podía ser más acertado, por cuanto el escritor sigue las pistas que dejaron en algún reducto de su memoria un tiempo y un lugar ya perdidos. Huellas recupera cuatro cuentos que formaban ya parte de Días de Petavonium, a los que se suman siete relatos inéditos, cuyo nexo común son los recuerdos y vivencias del escritor bañezano. En esta obra, publicada por Castilla Ediciones, Antonio Colinas demuestra con maestría su perfecto dominio de uno de los géneros literarios más difíciles. En Huellas está la esencia del autor de Sepulcro en Tarquinia , sus pasiones, sus anhelos, su cultura, sus miedos y su personal visión del mundo. Los relatos discurren cronológicamente desde la niñez - Días en Petavonium, El crujido de la luz y Huella s- a la adolescencia - Un año en el Sur - y la primera madurez - Larga carta a Francesca -. Son girones de vida, de experiencia y, sobre todo, ecos de una memoria lúcida y emotiva. Con una prosa cargada de lirismo, vehemente, profunda y vital. Colinas nos transporta a su particular universo. El lector leonés reconocerá, sin duda, los parajes, acontecimientos y personajes que desfilan por este breve pero intenso libro, tejido con la emoción de los recuerdos y esa inevitable carga de meditación que rezuma en toda su obra. The west wing se ha vuelto a imponer sobre Los Sopranos en la 55 edición de los premios Emmy, donde la serie centrada en el mundo de la política ha ganado contra todo pronóstico consiguiendo el premio como mejor drama. La serie que protagoniza Martin Sheen ha vuelto a repetir su victoria del pasado año a pesar de que la crítica ha sido unánime al subrayar que The west wing había perdido calidad en su última edición. Así pareció subrayarlo también la ausencia de otros premios a lo largo de la ceremonia que tuvo lugar el domingo por la noche en el auditorio Shrine de Los Ángeles y donde sólo consiguió el galardón a la mejor dirección. Sin embargo al final The west wing se impuso sobre sus cuatro rivales, tanto Los Sopranos como Six feet under, las principales favoritas, como CSI y 24. Al menos Los Sopranos se llevó la victoria numérica dentro de estos galardones que anualmente concede la Academia de Artes y Ciencias de Televisión.La serie centrada en una familia de mafiosos repitió sus victorias para sus principales intérpretes, James Gandolfini y Eddie Falco, como mejor actor y actriz dramática. Además consiguió el premio al mejor actor secundario en una serie dramática para Joe Pantoliano y el premio al mejor guión, lo que en número la hizo la gran ganadora de la velada. Su victoria numérica sólo fue equiparable a la que vivió la serie Everybody loves Raymond en el apartado de comedias. La Asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio de León quiere salir al paso de las declaraciones vertidas por el alcalde, Francisco Fernández, en una entrevista publicada por este periódico el pasado domingo en relación al proyecto de Eduardo Arroyo para Puerta Castillo. Según la citada asociación, «sólo ha habido acuerdo y debate en la propia mente del alcalde, que ha utilizado de forma frívola e irresponsable un asunto de trascendencia para la conservación del casco histórico de la ciudad». En una nota, la asociación añade que «el alcalde ignora la existencia de las leyes del Patrimonio, los preceptivos dictámenes de la Comisión Territorial de Patrimonio y sin ningún respeto a ellos entiende que hay acuerdo sobre la mencionada instalación, y que ello es fruto de su intermediación. Parece ignorar que estamos en un Estado de Derecho y que las leyes deben ser cumplidas por todos, incluido él». Asimismo, el comunicado afirma que «este proyecto es de la anterior corporación del PP, y que estaba investido de todas las irregularidades administrativas, puesto que no estaba sujeto a proyecto alguno, no tenía permiso de los organismos competentes, etcétera». Finalmente, afirma que la instalación del grupo escultórico de Arroyo demuestra «su carencia absoluta de ideas».