Diario de León

Representaciones

Una comedia con trama ‘desordenada’

Desembarca en El Albéitar ‘Noches de hotel’, un drama con mucho humor

Una escena de ‘Noches de hotel’, de la compañía Doble Sentido Producciones. DL

Una escena de ‘Noches de hotel’, de la compañía Doble Sentido Producciones. DL

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León

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Lugar: El Albéitar.

Hora: 18.00.

Entradas: 8 euros.

 

Noches de hotel , de Doble Sentido Producciones, es una comedia dramática o un drama muy cómico, que desembarca hoy en El Albéitar, y cuenta en el elenco con Xoel Fernández, Sause Ena, José Bustos y Elena Rey, bajo la dirección de Mariano Rochman, que es también el autor la obra.

En Noches de hotel nada es lo que parece, nadie es completamente inocente ni culpable. Aquí los encuentros acaban en desencuentros o derivan en situaciones inesperadas y cómicamente absurdas, tal vez como la vida misma. Son cuatro noches de hotel desordenadas en el tiempo. Cuatro personajes intentando encauzar sus vidas después del fracaso en buscar un ideal que acaba dejándolos insatisfechos.

Mariano Rochman ha explicado que la idea de esta obra «surgió con una historia que me contó hace muchos años mi padre. Él es urólogo y me contó una anécdota que le sucedió con un paciente y, mientras me la relataba, pensé ‘aquí hay una obra’. Luego fui sumando materiales que tenían que ver con las cosas que me conmueven y que me gusta ver en teatro y fui trenzando el tema y la trama». Rochman confiesa que le interesan las relaciones humanas, los vínculos entre personas comunes, las relaciones de pareja o familiares o de amistades están siempre en mis obras, pero la temática central de Noches de hotel es «la imposibilidad de concretar un ideal y eso nos lleva a sentimientos de insatisfacción o de frustración».

La obra está planteada en cuatro noches en tres habitaciones de hotel distintas. Una noche sucede un hecho y luego se plantean dos noches que pudieron suceder un mes antes o un mes después de la primera noche. La cuarta es dos meses después de la primera, la que podríamos definir como la ‘noche crucial’.

El juego es que el espectador, según con lo que conecte, pueda decidir si ha pasado antes o después. Que arme su historia, que elija su propia versión. «Yo tengo la mía en la cabeza, -comenta Rochman-, pero me esforcé para que esté camuflada y que todas las opciones sean posibles».

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