Diario de León

Ricardo Muti dirigió de nuevo a la Orquesta Filarmónica de Viena

El concierto de Año Nuevo culmina con un mensaje de paz

Homenaje al fundador de la dinastía de los Strauss, que nació hace 200 años

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Cristina CasalsAcacio Díez - vienasahagún
León

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El primer vals del año entonado ayer desde Viena pretende ser un mensaje de paz que cree unidad entre los espectadores de muchas naciones, dijo Riccardo Muti, quien dirigió el Concierto del Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena. El director de orquesta, por cuarta vez a cargo de este prestigioso papel, expresó en su mensaje a millones de espectadores el deseo de que un mensaje de esperanza se propague en un mundo que pasa por tiempos difíciles. Muti, director musical, de la Scala de Milán que intervino el pasado 14 de diciembre en la reapertura del Teatro La Fenice de Venecia tras su restauración, colabora con los Filarmónicos de Viena desde hace 32 años. El director italiano subrayó el reto de una interpretación auténtica, vienesa de la música de Johann Strauss y sus hijos, que suena tan fácil y ligera, pero implica un sentimiento inconfundible de nostalgia y anhelo arraigado en Viena. Según Muti, la música de los Strauss expresa tanta melancolía como felicidad y aspiraciones a un futuro prometedor, sentimientos que explican la popularidad de esta música y lo imposible de imitarla desde fuera. Ello no impide que sea fruto del crisol europeo ni que suenen las castañuelas, como ocurre en el Galop de la Cachucha del protagonista de este año, Johann Strauss padre, que suscita reminiscencias del año 1837, cuando Viena fue presa de «la fiebre de la cachucha», una moda inspirada en aires andaluces desencadenada por la bailarina Fanny Elssler. En los ensayos, hacer sonar unas castañuelas «auténticas» resultó ser uno de los retos del concierto, puesto que Muti tuvo que advertir en una ocasión al miembro de la orquesta encargado de este instrumento que «esas castañuelas no suenan como si fueran de Madrid». El programa «muy bonito y elegante», según dijo el jefe de los Filarmónicos de Viena, Clemens Hellsberg, se diseñó como homenaje especial al fundador de la dinastía de los Strauss, Johann Strauss padre, que nació hace 200 años, el 14 de marzo de 1804. Para el programa de ballet tradicional, con transmisiones en directo desde el Palacio Liechtenstein de Viena recién restaurado, la Radiotelevisión austríaca ORF consiguió contratar al coreógrafo actualmente más destacado de Rusia, Boris Eifman, bajo cuya dirección el Ballet de la Opera de Viena interpretó el Vals de las Aceleraciones y la Polka del Champán de Johann Strauss hijo.

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