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Sahagún, Molinaseca y Bembibre pidieron la declaración de conjunto histórico en 1975. Su expediente nunca se resolvió. Otros siete monumentos y yacimientos leoneses llevan encallados desde hace décadas, a la espera de que la Junta decida declararlos Bien de Interés Cultural (BIC). El casco histórico de Ponferrada está paralizado desde hace 43 años.
Resulta providencial que en más de cuatro décadas algunos monumentos no hayan perecido antes de obtener el título BIC de la Junta. Es el caso del hórreo de Posada de Valdeón, que lo solicitó en 1979. Un año después se sumaron el castro de la corona de Corporales y el poblado romano de Quintanilla de Somoza. Su expediente fue ‘arrinconado’, igual que el de la ermita de San Miguel de Boca de Huérgano (incoado en 1982). La lista de casos ‘enquistados’ leoneses la cierran el hotel Alfonso V (desde 1991) y la calzada de la plata de Astorga (2001).
Según el consejero de Cultura, Javier Ortega, que ayer se comprometió a resolver en esta legislatura los expedientes de los 81 Bienes de Interés Cultural —diez de ellos en León— iniciados hace décadas, la culpa de esta ‘demora’ se debe a la «falta de documentación». Resulta chocante que la Administración autonómica no haya demandado en casi medio siglo la información pendiente para cerrar estos casos y los mantenga en el ‘limbo’.
El catálogo de Bienes de Interés Cultural de la Junta incluye 239 en León. Los últimos incorporados han sido la Lucha Leonesa, en 2017; el santuario de La Virgen del Camino, en 2018 —cuyo expediente se resolvió en menos de dos años—; los Pendones concejiles, en abril de este año; y la Cuenca minera de Fabero, el pasado mes de julio.
Ni el teatro Emperador ni el Trianón tienen categoría de BIC, de la que sí gozan el teatro Principal de Burgos, el Juan Bravo de Segovia, el de Latorre de Toro y el Principal de Zamora.
Tampoco son BIC los Principia —el cuartel general de la Legio VII— y la ciudad romana de Ad Legionem —en Puente Castro—, pese a tratarse de un enclave de excepcional valor histórico y arqueológico.
Aunque los expedientes no se hayan concluido, todos estos bienes son objeto de protección legal, de restauración y conservación y de supervisión habitual por parte de la Junta de Castilla y León, según el consejero. El responsable de la Consejería de Cultura anunció que va a trabajar para ampliar el número de bienes protegidos en aquellas categorías menos representadas, como el patrimonio industrial o el digital.
Las iglesias de San Tirso, San Lorenzo y La Peregrina de Sahagún son BIC, sin embargo, la localidad, una de las que concentra mayor patrimonio de toda la comunidad, no ha conseguido en 44 años el mismo título como conjunto histórico.
León es la cuarta provincia con mayor número de BIC, detrás de Burgos, que tiene 429; Soria, con 337; y Salamanca, 284.