El deterioro de la Catedral es "irreversible"

La Catedral de León está sentenciada. El deterioro de la piedra es «irreversible», según el arquitecto conservador del edificio, Mariano Díez Sáenz de Miera. La causa: «Sus microfisuras y poros crean los daños», asegura.

La pregunta es obvia: ¿Se puede hacer algo? El arquitecto responde que «sólo con controles, máximo cada tres años, se podría paliar, pero tampoco es garantía».

El desplome de un vierteaguas este martes desde una altura de 50 metros —que pese a sobrepasar la verja del templo no causó heridos— ha decidido al Cabildo a contratar a una empresa de trabajos verticales, que ayer revisaba las cuatro caras de la Torre Sur.

Tanto el Cabildo como la Junta de Castilla y León se han aferrado al llamado ‘mal de la piedra’ —la descomposición de la caliza de Boñar con que está construido el templo gótico—, pero la Catedral lleva años sin sufrir una restauración a fondo. El año pasado el Gobierno autonómico no invirtió ni un euro en un edificio que exige obras de mantenimiento casi diarias.

En 1994 la estatua de San Lorenzo de la catedral de Burgos también se estrelló contra el suelo. El aviso caló en el Cabildo, el Ayuntamiento, la Junta y el Ministerio de Cultura, que, en colaboración con entidades privadas, han invertido desde entonces más de 20 millones de euros en la salvación del monumento. «La inversión ha permitido al primer templo burgalés exhibir un estado de salud perfecto», asegura el blog de la citada catedral.

León no ha recibido ni la tercera parte de subvenciones que la de Burgos. La última gran restauración la llevó a cabo el Gobierno de Zapatero, que destinó millón y medio de euros a reparar las cubiertas, pináculos y arbotantes. La Junta se ha limitado a recuperar las vidrieras. El ejemplo está en las 23 estatuas apeadas de la fachada principal hace seis años y ‘olvidadas’ en el claustro. Las esculturas, que se descolgaron de la portada pese al riesgo de no soportar el traslado hasta el claustro, pusieron ya entonces de manifiesto el delicadísimo estado de conservación del primer monumento leonés. En diciembre de 2006 dos gárgolas se precipitaron contra el suelo y obligaron a revisar los elementos ornamentales de la fachada.

Con un teléfono móvil un equipo técnico de una empresa de trabajos verticales realizó ayer fotografías de la Torre Sur, de la que se desprendió un fragmento del vierteaguas hace dos días. El administrador de la Catedral, Mario González, afirmó que, tras el ‘barrido’ de la fachada, decidirán si hace falta restaurar la Torre del Reloj, que ya fue intervenida de forma integral en 1999.

La Junta, desaparecida

La Junta ha permanecido en un segundo plano, como si no tuviera plenas competencias en Patrimonio. Enrique Sáiz, director general de Patrimonio de la Junta, a través de mensajes trasladados por su gabinete de prensa, aseguró ayer que «se llevarán a cabo las actuaciones que el resultado de los análisis determinen que necesita la Catedral». Eso es todo.

El alcalde lleva una piedra

El alcalde, Emilio Gutiérrez, cogió una de las piedras en que se fragmentó el vierteaguas y se fue con ella al Centro de los Oficios para que «la analizaran». «Según los canteros expertos del Centro, la conclusión es que el daño no es preocupante», dice una nota de prensa. El alcalde ha puesto este Centro de los Oficios a disposición de la Catedral para arreglar la pieza. No ha recibido respuesta.