Diario de León

Diez de Ponga regresa con su poesía natural

‘La memoria de las raíces’ es el nuevo poemario del escritor leonés

Martín Diez de Ponga presenta su segundo libro. DL

Martín Diez de Ponga presenta su segundo libro. DL

León

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«Cada persona es un árbol en sí misma». Sobre esta máxima intimista deja reposar el leonés Martín Diez de Ponga su segundo poemario, titulado La memoria de las raíces . Indaga así en una poesía en la que refleja el transcurso de la vida, en la que quiere fotografiar en verso el instante detenido que luego da la forma a lo continuo. Y que en su caso tiene hasta la vertiente romántica de que la experiencia laboral, como recepcionista de hotel, le permite ver pasar a esas personas en las que él identificará e imaginará tantas vidas como árboles de un bosque existencial.

«La vida en sí es el suelo donde van creciendo las raíces; la infancia, la adolescencia, la juventud, el amor, el desengaño, los amigos, la gente que viene a nuestra vida; la gente que de nuestra vida se va; todo eso deja una marca en la corteza del árbol que somos, en la memoria de nuestras raíces», asegura.

Como es su segundo libro, que cuenta con ilustraciones de Eva Diez Presa, el autor asegura que someterse a la experiencia de seguir escribiendo «es una especie de reto. Dar forma a una idea, que a su vez, dé forma a un libro, requiere una dedicación casi total sobre lo que escribo, durante varios meses. En este poemario, he tratado de llevar a cada hoja en blanco, la esencia que queda en el recuerdo», añade.

Asegura también que escribe de manera natural, cosa que no podía ser menos siguiendo ese simbolismo en el que la Naturaleza es un espejo de lo humano. «La poesía puede nacer al mirar a unos ojos, al tocar una piedra, al mojarse en la lluvia… Todo es cuestión de no dejar caer en saco roto a los primeros versos. La grabadora del móvil es mí gran aliada en esos momentos. Por la noche, más tranquilo, una hoja de papel deja de ser blanca gracias a un poema», relata.

«He notado, como en este tiempo de pandemia, en varios poemas de los primeros meses hay un tono de angustia y un eco de esperanza», añade respecto a la inevitable actualización temática que provoca la experiencia.

También afirma que hay conexión entre La Memoria de las Raíces y su primer libro: Los Frutos del Árbol Seco . Así como que «es una idea que empezó a tomar forma desde la niñez. Siempre escuche a la gente mayor hablar de sus raíces; las familias se agrupan como hojas, en árboles genealógicos. Está claro que no soy el único que tiene esa visión de la gente», acentúa.

«La vida real solo tiene una cara, y nos guste o no, es la autentica. Es el agua o la sequía que llega a las raíces. Pero gracias a las redes sociales, te puedes fabricar una realidad a medida; algo así como grabar falsos corazones sobre la corteza», reflexiona, dando la sensación de que rápidamente estos pensamientos florecerán en un poema.

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