Diario de León

«Es ofensivo y demuestra una inquina personal»

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«Si todas las críticas son como ésta es que nuestro libro es muy fácil de defender», asegura José Miguel Ortega, coautor de Los Reyes del Grial con Margarita Torres, quien alegó que no ha tenido tiempo de leer el artículo.

Ortega mostró su enfado con la forma de la reseña. «Es un artículo escrito en un tono ofensivo y barriobajero que no es propio de un profesor universitario porque falta al respeto y demuestra una inquina personal», añade.

En cuanto al fondo, señaló que «no cabe pensar en una falsificación» de los pergaminos porque «es imposible que los copistas árabes cambien una coma» al estar sujetos a esta norma para copiar el Corán desde tiempos de Mahoma.

Recalcó que los pergaminos, que se encuentran en Egipto, fueron transcritos y traducidos por el arabista Gustavo Turienzo, aunque admitió que «a lo mejor nos hemos enfocado demasiado ellos». «Son importantes por cuanto hacen referencia a acontecimientos históricos», añade.

Sobre la falta de documentos medievales que refieran la llegada a León de la joya indica que «desde el principio hemos dicho que no tiene sentido esa ausencia y podemos sospechar que fuera por miedo a que lo robaran puesto que no hablamos de una reliquia cualquiera, sino de la Reliquia».

Respecto al error en la imagen que se atribuye, hasta la edición inglesa, a una minuatura iluminada medieval señala que «la puso el editor» y no se habían percatado.

Ortega se mostró abierto a «críticas con sentido» porque la investigación, apostilla, «abre muchas interrogantes». «En primer lugar, qué pasó entre el siglo I y el IV, cuando los peregrinos empiezan a hablar de la copa de la última Cena», agrega.

Su teoría, matiza, no es que el cáliz de doña Urraca sea el Santo Grial, sino que «el objeto que se custodiaba y veneraba desde el año 400 en Jerusalén es la parte superior interna del cáliz de doña Urraca». Henriet, concluye, «que no es un mal historiador, no puede darnos lecciones de nada y menos faltando al respeto».

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