Diario de León

Música

"Estar en la génesis del artista es mágico"

El leonés Javier Liñán ha pasado por los puestos clave que lanzan a un artista. De su trabajo han surgido nombres como Bebe o lanzamientos definitivos como el de Los Planetas. RCA, Warner, Virgin, sus lugares antes de montar El Volcán Música

Javier Liñán en las oficinas de El Volcán Música en Madrid, empresa discográfica y artística creada por el propio Liñán hace diez años. RAQUEL VIECO

Javier Liñán en las oficinas de El Volcán Música en Madrid, empresa discográfica y artística creada por el propio Liñán hace diez años. RAQUEL VIECO

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A finales de los 80, en Madrid, con la carrera acabada, a Javier Liñán lo que le pedía el cuerpo era, sin ser músico, vivir el mundo musical en toda su intensidad. Liñán, hijo de Amable Liñán, premio Príncipe de Asturias de las Ciencias y toda una eminencia intelectual, tenía sus propios planes, y lo mismo organizaba un concierto, que pinchaba en una fiesta. El caso es que le conocía todo el mundo, y acabó siendo casi lo contrario de lo previsto: un ejecutivo. RCA, Warner, Virgin, en tiempos en los que las compañías de discos todavía mandaban, lo tuvieron como director artístico. «En esos momentos había mucho trabajo que hacer con los artistas. Y trabajar con alguien a quien conoces tocando para cuatro, es una experiencia. Estar en la génesis del artista es mágico», asegura.

Bebe, Los Planetas, Vanessa Martín, Los Enemigos, Kiko Veneno, Morente, Mercé... unos por devoción y otros por profesionalidad, son nombres con los que ha disfrutado de su actividad y su cotización subió como la espuma.

Como persona inquieta, un día decidió cambiar de tercio. «Caía Lehman Brothers y nosotros montábamos El Volcán Música», recuerda como un resumen de vértigo que casi no requiere más.

Y El Volcán Música es ya el mayor referente en cuanto a música independiente que aspira al éxito. Los citados Los Planetas pueden ser un referente, como lo es Zenet.

«Ahora tenemos artistas que empiezan y otros que ya tienen una carrera. Me interesa gente que tenga una idea rica, interesante, que se reinvente», dice, por ejemplo en torno a Víctor Coyote, otro artista con el que colabora. O Tito Ramírez, un genio del directo, o Los Delinqüentes y sus rumbas. Nombres que confirman aquella frase con la que Javier Liñán definió ya hace tiempo su proyecto musical: «No tenemos un puto prejuicio», dijo. Solo ser buen artista.

Cuando llega el momento del descanso, Javier Liñán suele elegir el pueblo natal de su padre, Noceda de Cabrera, en donde tiene un refugio en forma de casa familiar y un recurso que le permite desconectar sin exagerar: «Hay poca cobertura. Y eso me encanta. Aunque tampoco hay que pasarse y estar demasiado tiempo desconectado», afirma, aunque lo que está claro es que los días de León no son de trabajo sino de descanso.

De hecho, aunque esta semana le toca concierto leonés con la llegada de Zenet y su La guapería , recuerda que pocas veces ha trabajado con León en alguna de sus vertientes profesionales. De todas formas, si lo hace será como buen detector de buenos artistas, con algo que merezca la pena. Porque ahora está en todos los frentes: «Si fui ejecutivo discográfico, ahora ya no lo soy. No me puedo considerar eso cuando ahora hacemos de todo. Desde dirigir una carrera a montar un concierto. El negocio ha cambiado tanto que ahora hay que hacer muchas otras cosas. Por ejemplo, Youtube es un lío, pero con él es más fácil crear», dice.

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