Diario de León

Entrevista | Francisco Javier Jiménez Martínez, organista titular de la Catedral de León

«Estoy en un fuego cruzado entre Samuel Rubio y el Cabildo»

León

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El granadino Francisco Javier Jiménez Martínez tomó posesión como organista titular de la Catedral de León, probó el órgano con música de Bach y se volvió a Guadix, donde tiene a su cargo tres parroquias. Un día después, Samuel Rubio, jubilado hace un año del cargo, dimitía como responsable del Festival Internacional de Órgano por la elección de su sucesor, al que no considera apto para el cargo, tras acusar al Cabildo de no haberle consultado y por no haber elegido a Giampaolo di Rosa.

Tiene todos los ingredientes de un culebrón. La airada despedida de Samuel Rubio —a través de una carta pública— como máximo responsable del Festival Internacional de Órgano, que el lunes decide si se celebra o no esta edición en otoño, ha puesto de manifiesto la escasa armonía en el seno del Cabildo de la Catedral de León. Francisco Javier Jiménez Martínez, de 33 años, siente que está «en un fuego cruzado entre Samuel Rubio y el Cabildo».

—¿Cómo afronta haber sido nombrado organista titular de la Catedral de León?

—Es un trabajo que voy a emprender con toda la responsabilidad que merece y con toda la ilusión. Al llegar a una ciudad maravillosa como León, jamás pensé que se me caería el mundo encima por unos conflictos ajenos a mi persona. El recibimiento tan traumático es, cuando menos, desolador.

—Samuel Rubio no le considera el candidato idóneo...

—Con todos los respetos, Samuel no me conoce ni de vista; ni yo tampoco he hablado jamás con él. Me extraña que diga que no estoy cualificado. Creo que daña gratuitamente mi imagen pública desde el más profundo de los desconocimientos. Yo abandono varias parroquias en las que he trabajado muy duro durante varios años. No conozco sus conflictos personales. ¿Qué sucedería si yo quisiera poner a dedo a mi sucesor en mis parroquias? Estaría faltando a mi promesa de obediencia. No somos dueños de un cortijo; y la humildad es una virtud en la que todos debemos trabajar.

—¿Va a participar en el Festival de Órgano?

—El festival lo lleva la Asociación de Amigos del Órgano, que es ajena al Cabildo. Mi propósito es trabajar con una profesionalidad exquisita. Mis puertas están abiertas a quien desee colaborar conmigo.

—¿Ha podido probar el gran órgano de la Catedral?

—Sí, lo he podido tocar hace unos días y conocía su historia. Es un instrumento maravilloso. Samuel ha hecho un trabajo magnífico, consiguiendo un órgano excepcional para la Catedral y poniendo a León en el centro del mapa organístico español.

—También hay quien le ha considerado inadecuado para el cargo alegando que le faltan dos dedos...

—Hablar de mi discapacidad física me parece ruin y mezquino. Creo que eso les descalifica.

—Aparte de tocar en las misas, ¿va a llevar a cabo actividades concertísticas?

—Por supuesto que haremos conciertos, Samuel no es el único que tiene contactos en todo el mundo.

—¿Tiene pensada alguna programación?

—De momento, no lo puedo hacer público. Ni siquiera me he instalado en León. Pero habrá una programación seria y de calidad.

—¿Y cuándo piensa instalarse en León?

—A partir de septiembre. Tengo tres parroquias en Guadix y tengo que esperar a que nombren sustituto.

—¿Habrá Festival de Órgano este año o se acaba con Samuel?

—Nadie ha tenido a bien recibirme, ni siquiera Samuel. Lo lógico es que cuando llega una visita, la recibas. Me habría gustado, porque estimo y valoro su trabajo. Ha sido muy doloroso. Estoy en un fuego cruzado entre Samuel y el Cabildo.

—El tribunal que debía elegir al organista titular de la Catedral en un concurso de méritos dejó la plaza vacante...

—Mi nombramiento es firme y está firmado por el obispo Julián López. Me presenté al concurso, pero me faltaba el título Superior que estaba acabando en ese momento. Me han nombrado cuando ya lo tengo.

—Samuel Rubio lamenta que no le consultaran.

—Imagino que los miembros del tribunal también tendrán algún tipo de capacitación; y si fueron seleccionados para ello, igual también sería para evitar la endogamia y amiguismos. No sé si lo más adecuado es que el emérito seleccione a dedo a su sustituto, pero puedo estar equivocado.

—¿Cuáles son sus méritos?

—Los estudios de órgano son diez años. Empecé en el Conservatorio Profesional de Granada a los 10 y terminé en 2010. Después me ordené sacerdote y estuve un tiempo sin hacer estudios reglados, hasta que me matriculé en el Conservatorio Superior de Valencia. Soy clavecinista de la Orquesta Clásica de Granada y director de una orquesta de cámara barroca.

—¿Cuál es su compositor favorito?

—Todo organista tiene en el corazón a Bach. Un organista que no toque a este gran compositor no puede estar contento. A partir de Bach vienen todos los demás.

—¿El cargo de organista titular de la Catedral de León es temporal?

—Como provengo de otra diócesis, el obispo de Guadix me ha dado una licencia de tres años, que son prorrogables.

—¿Qué plan de trabajo tiene para León?

—Empezaré a planificar a partir de septiembre. Mis puertas están abiertas para el que quiera colaborar. Siento profundamente el dolor de Samuel y agradezco el servicio que ha prestado, pero si no quiere colaborar, lo mejor que puede hacer es retirarse en silencio.

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