Diario de León

Un ‘florido pensil’ para un día mundial del teatro

El Auditorio Ciudad de León acoge la representación de este clásico en una sorprendente historia de cinco niñas

‘El Florido Pensil Niñas’ es la divertida e irónica historia de cinco niñas provenientes de círculos sociales diferentes. DL

‘El Florido Pensil Niñas’ es la divertida e irónica historia de cinco niñas provenientes de círculos sociales diferentes. DL

León

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El Auditorio Ciudad de León acoge hoy el montaje El Florido Pensil, Niñas con motivo de la celebración del Día Mundial del Teatro. El espectáculo de la compañía 13 horas Teatro, que comenzará a las 20.00 horas, está organizado por la Concejalía de Acción y Promoción Cultural del Ayuntamiento de León.

La obra El Florido Pensil Niñas es la divertida, irónica, lúcida y sorprendente historia de cinco niñas que aunque provenían de círculos sociales diferentes estaban unidas por una misma educación. A lo largo de un prólogo, siete escenas y un epílogo, adentra al espectador en el ambiente imperante en la escuela de la España de mediados del siglo XX.

Las invitaciones se pueden retirar en la taquilla del Auditorio.

El Día Mundial del Teatro se celebra el 27 de marzo de cada año y fue creado por Instituto Internacional del Teatro (ITI) en el año 1961. Su principal objetivo, es dar a conocer lo que representa el teatro para la cultura a nivel mundial. Durante este día se celebran en todo el mundo actos y eventos relacionados con la escena, a los que se suma León con esta representación.

El teatro celebra su Día Mundial el 27 de marzo con un objetivo claro: poner el foco en las nuevas generaciones con una programación que plasme su realidad, además de con proyectos pedagógicos, talleres de conciliación para padres y una atractiva reducción del precio de las entradas.

«Nuestra misión también es educar. Educar es cultura, es parte integrada de nuestra actividad», dice rotundo a EFE Juan Carlos Martel, director del Teatro Lliure de Catalunya.

Los musicales han hecho mucho por atraer al público familiar a las salas, pero la mirada está puesta en crear un caldo de cultivo para que los jóvenes de hoy sean los fieles espectadores de mañana, un reto que viene de lejos y que cada año apuntalan los directores artísticos con la programación.

Un objetivo que centran en asociar teatro y pedagogía, con una atractiva reducción del precio de las entradas.

Luis Luque, director adjunto del Teatro Español y las Naves del Español, señala que su Ciclo Vividero brinda la interacción entre padres e hijos, además de con representaciones teatrales -incluso para bebés-, con talleres y actividades musicales.

El propósito es aunar el hecho educativo con el teatral, «provocar a partir de la experiencia», explica. «Las nuevas generaciones son muy visuales, recurrimos al juego y a vivir una experiencia para que vean que el teatro es chulo» y, por otro lado, acercan las historias al público juvenil con iniciativas inmersivas.

Es el caso de Aulas, una iniciativa con la que trasladan el teatro a las clases, con una obra que aborda una realidad que viven miles de adolescentes en su entorno: el acoso escolar.

Su objetivo -indica Luque- es construir, a través de la cultura, «personalidades de bien, más alegres; que acepten más la diferencia y que hay que respetar», una línea de mediación y pedagogía que intentan que sea «proactiva».

En ese sentido, el Teatro La Abadía celebra un lustro del programa La Abadía cruza la calle , un taller de convivencia y creatividad teatral para menores en régimen de acogida en las residencias de Chamberí y Vallehermoso, junto a los vecinos del barrio y personas con diversidad funcional y cognitiva.

La iniciativa coordinada por Rosario Ruiz ha presentado la pieza Vivo en una residencia de acogida, cumplo 18 años y ahora, ¿qué? . «Empezamos con actividades sencillas, queríamos ofrecerles La Abadía como su casa, un lugar donde fueran protagonistas y la mejor manera ha sido a través de la pedagogía», señala, a través de una actividad comunitaria, que ha tenido una respuesta «muy positiva».

Martel, el director del Lliure, asegura que, entre las responsabilidades del teatro público, está convocar a «la mayor diversidad de público».

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