Fragateiro: conexión total con Cerezales
La exposición, inaugurada ayer, se basa en un diseño especial para la fundación
Fernanda Fragateiro presentó en Cerezales ‘Em bruto: relações comoventes’. JUAN BARAJA
Está la obra de Fernanda Fragateiro (Montijo, Portugal, 1962) y su proceso creativo y en ella surge la máxima potencia artística, pero su vuelta de tuerca, reconocida, valorada, es la relación con el espacio. Así, ayer se inauguró una de esas iniciativas que hacen que la Fundación Cerezales Antonino y Cinia sea y tenga siempre un valor añadido. Em bruto: relações comoventes es una exposición de Fragateiro diseñada específicamente para el espacio de la sede de la fundación, que incluye piezas nuevas y una selección de varias cajas de su Materials Lab , la obra con más transcendencia de su carrera. Durante la inauguración, se presentará, además, una publicación con el mismo nombre que recoge todo el archivo.
En el ideario artístico de Fragateiro hay una constante en cuanto a la reflexión continua, la investigación y una manera de estar en el mundo que se basa en el compromiso de contribuir a que sea más justo.
Frernanda Fragateiro trabaja desde la tridimensionalidad y la tensión entre la arquitectura y la escultura, potenciando la relación con cada lugar e invitando al espectador a situarse en lo performativo.
Em bruto: relações comoventes es el resultado de una conversación iniciada hace más de dos años que se ha materializado en un proyecto específico para el espacio de la sala de fundación y en una publicación. Todas las piezas de la muestra se desencadenan a partir de Materials Lab , un archivo documental, profundo y complejo de las últimas décadas de su trabajo en torno a la arquitectura, el urbanismo, los movimientos sociales (raza, género), la política o el paisaje.
Junto a las cajas abiertas, la artista transforma vigas, caballetes, texto, talco, papel y sonido en un proceso abierto, apoyado en voces y palabras. Un lugar de pensamiento y de producción material –un astillero–, para ensamblar ideas propias y aprendidas de muchas otras y otros, y en el que planear futuros. Fragateiro ha elegido prolongar la lógica, ritmos y materiales de la sede de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, ocupando un plano más próximo al suelo y abrir sobre él algunas cajas de madera, su archivo.