El fuero que cambió la jurisprudencia

El Fuero de León es un conjunto de 48 disposiciones dictadas en 1017 por rey Alfonso V. Supuso la primera recopilación de fueros en la Península Ibérica. Los fueros vascos, por ejemplo, son de inspiración leonesa a través del Fuero de Logroño. En 1920 las autoridades civiles, militares, eclesiásticas y culturales de la provincia hicieron un álbum gráfico, para conmemorar el Fuero. Y es que entonces se creía que el Fuero de León había sido otorgado en el año 1020, de acuerdo con Claudio Sánchez Albornoz, si bien Ramón Menéndez Pidal sostenía que era anterior y que el año de redacción era 1017. En 1992, Gonzalo Martínez Díaz concluyó que el fuero había sido promulgado un 30 de julio de 1017. La confusión estaba en que Alfonso V habría promulgado en 1017 las disposiciones generales del Fuero, que tendrían validez en todo el Reino; y en 1020 se habrían añadido los preceptos locales sobre la ciudad y el alfoz de León. Entre otras cosas, regulaba el acceso a la propiedad de la tierra, las medidas de repoblación, la actividad de los mercados locales y la protección de la mujer y de otros colectivos. Protegía el comercio con la prohibición de perturbar el recinto del mercado mediante el uso de las armas y auspiciaba un concejo embrionario.