Diario de León

El Grial trae cola: 304.000 visitantes en tres años

Pocos misterios como el del Santo Grial han generado tantas hipótesis y tanta literatura. La publicación de ‘Los reyes del Grial’, libro que desvela que el cáliz de Doña Urraca es en realidad la reliquia más buscada de la cristiandad, ha disparado las visitas a San Isidoro, donde la copa lleva mil años..

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verónica viñas | león

Hay milagros incontestables. El de San Isidoro es uno de ellos. Desde el ‘descubrimiento’ del Grial, hace justo tres años, por el museo de la colegiata han desfilado 304.000 personas, sin colegios que ‘engorden’ las cifras, como ocurre con otros museos de León, y con el hándicap añadido de que sus reducidas dimensiones exigen limitar las visitas en turnos de 25 personas.

El hallazgo, denostado por algunos historiadores, sobre todo locales, ha sido refrendado por los que venden más libros en este país: José Luis Corral, Juan Eslava Galán, Nacho Ares y Javier Sierra.

El museo Smithsonian de Washington lo tiene en la portada de su web. Los reyes del Grial , el libro en el que Margarita Torres y José Miguel Ortega desvelaban que el cáliz de Doña Urraca es en realidad la Copa de la Última Cena, ha dado la vuelta al mundo. Lleva cinco ediciones y ha sido un auténtico ‘bombazo’ en Gran Bretaña y Estados Unidos. Valencia, que sigue apostando por su cáliz, respaldado únicamente por una leyenda, ha creado hasta una ruta —el supuesto viaje de la copa desde Aragón a la capital del Turia— para captar un buen porcentaje del turismo religioso, que mueve a decenas de miles de peregrinos al año y, por consiguiente, millones de euros.

Pese a la posibilidad de rentabilizar León-Santiago-Oviedo (con la tumba del apóstol y el sudario de Cristo, respectivamente), no ha habido ningún convenio institucional para promocionar un triángulo que concentra algunas de las principales reliquias de la cristiandad.

Torres y Ortega no han estado parados en los últimos tres años. Siguen reuniendo pruebas que refrenden aún más su hallazgo. Después de desvelar que el Grial está en León, entendieron por qué Fernando I cambió el trazado oficial del Camino de Santiago para hacerlo pasar por delante de San Isidoro: para que todos los peregrinos se detuvieran ante la iglesia que contenía la reliquia más buscada en los últimos 2.000 años. El propio Hitler envío una delegación a España en busca de la preciada copa, aunque los nazis buscaron en Cataluña y no en León.

La gran pregunta sigue siendo por qué el mayor monarca de la cristiandad, el rey leonés Fernando I, mantuvo en secreto que poseía el cáliz de Cristo. El Grial, uno de los mayores símbolos del poder, la religión y el fanatismo en la era cristiana, levantó tal expectación en San Isidoro los meses siguientes a su descubrimiento que el cabildo se vio obligado a reforzar las medidas de seguridad y crear una cámara blindada en la que exponerlo como un unicum.

Además de los pergaminos localizados en la Biblioteca de El Cairo, que acreditan que el cáliz leonés es el mismo que veneraban los primeros cristianos, Torres y Ortega han encontrado otras evidencias. En la colegiata románica, que albergaría desde hace mil años la copa de la Última Cena, hay «más que indicios». No sólo las pinturas del Panteón Real —considerada la Capilla Sixtina del románico— parecen estar consagradas a la copa con la que Cristo habría instaurado la Eucaristía, sino que hay más símbolos que revelan que la colegiata custodia en su interior el Grial.

Bajo la estatua ecuestre de San Isidoro, en la fachada principal de la joya del románico, y justo encima del conocido zodíaco, «alguien en los siglos modernos dejó la memoria del cáliz a la vista en una metopa en la que aparece una pila bautismal de la que sale la cabeza de Cristo y, sobre ella, una cáliz», cuenta Torres.

La colegiata espera desde hace una década poder modernizar el Museo de San Isidoro, ‘estrangulado’ por una inaccesible escalera de caracol. Las obras de ampliación, que ya cuentan con presupuesto (4,8 millones, a sufragar por la Junta, el Cabildo y la Fundación Montemadrid) permitirán el acceso sin limitaciones ni cupos, lo que podría disparar aún más las cifras de visitantes.

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