Diario de León

«Haría una falla para San Juan»

Cristina Morán Robles es una leonesa en Valencia que ha encontrado el futuro en el mundo fallero y salida a su vena artística. Actualmente trabaja en el equipo que crea la falla más importante de estas fiestas de gran repercusión. Aunque ya es enfermera de formación aspira a combinar ambas actividades

León

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El amor mueve montañas. Y construye fallas. Y en esta historia se salta los libros de estilo multiplicada por dos: ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este? Le preguntaban en Valencia a Cristina Morán Robles al saber que una leonesa cursaba un ciclo superior de artista fallera y escenografías. Y redoblaban la cuestión cuando se enteraban, además, de que, en realidad, era enfermera. La vocación artística no es que se impusiera a la formación académica, sino que surgió por incertidumbres laborales, que ya se llevaba de casa la leonesa al no encontrar trabajo.

Ante esta situación, lo tuvo claro: «Como en León está el trabajo como ya sabemos, me fui a Valencia sabiendo que no perdería oportunidades. Allí, para entrar en la bolsa de trabajo de Enfermería, que es lo que estudié, tenía que aprender valenciano. Y me puse a ello. Y como vi que posiblemente solo iba a encontrar plazas para trabajar en verano, rápidamente pensé que había que hacer más cosas», relata esta leonesa de 28 años, y de Pola de Gordón.

Como se ve, Morán Robles muestra una gran capacidad tanto de conservar su ilusión de persona joven dispuesta a emprender, como también de tener el suficiente sentido común de calibrar las mejores oportunidades. Y ahí es donde aparece la mezcla perfecta entre su vena artística que ya existía y la potencia fallera que se vive en Valencia, más la relativa a construcciones escenográficas en general en toda la Comunidad Valenciana.

Módulo superior

El curso de maestro fallero forma en todos los ámbitos relacionados con la escenografía

Una vez matriculada, ahora ya ciertamente imbuída de ese espíritu especial que se lleva tan adentro en torno a Las Fallas, y sin ser valenciana, puede decirse que lo siente y valora. Y se encuentra embarcada, además de sus estudios de segundo curso, en uno de esos proyectos de primera línea: «En estos días estoy realizando las prácticas del ciclo en el Taller de Manolo Martín, el artista encargado de realizar la Falla Municipal de este año con la colaboración de José Ramón Espuig, maestro mayor del Gremio de Artistas Falleros, y Escif, uno de los referentes más relevantes de la escena del arte urbano a nivel mundial. La Falla del Ayuntamiento es una de las más importantes de la ciudad y una de las que más público atrae», desvela para explicar cómo esta auténtica obra, que no entra en el concurso general, es una de los emblemas de la fiesta.

«Es un mundo muy profesionalizado. Este ciclo superior lleva unos años, y surgió precisamente por la importancia que le dan», afirma.

Como es fácil de imaginar, Cristina Morán también tuvo que explicar en su casa leonesa estas aventuras que surgían: «Cuando les dije que me iba a vivir a Valencia, se quedaron un poco alucinados. Pero cuando les dije que iba a estudiar para maestra fallera ya pensaron directamente que estaba un poco loca», recuerda con humor.

Pero esta bendita locura tiene una parte bastante sensata, puesto que estos estudios, aunque el sector fallero puede trabajar todo el año, también forman en escenografía general, diseño artístico, decorados, construcción, carpintería, pintura, modelado, bocetos... «Hasta que uno está dentro viendo todo el trabajo que lleva, no se es consciente de lo que es», reflexiona la ya artista, aunque fuera en ciernes puesto que en León había dibujado mucho y hasta realizado óleos animada por el dibujante Lolo, que le impulsaba a implicarse más en el trabajo artístico.

Como la vida da muchas vueltas, en su caso hasta Valencia, los consejos del artista leonés ahora cobran todo su valor y aparece el nuevo plan: «Esto me gusta mucho. Si pudiera, mi ideal sería compaginar las dos actividades. La fallera y la de enfermería. De momento, viendo lo bueno, podría. Porque de enfermera la verdad es que solo tengo la garantía de trabajar en verano», remarca.

De momento, toda esta experiencia sirve para rescatar su sueño de haber hecho Bellas Artes.

Y si ya se pudiera aventurar un futuro aún por escribir, Morán Robles encontraría la conexión Valencia-León: «Viendo la hoguera de San Juan en Alicante, me recordó mucho al San Juan de León. Estaría bien hacer una falla para las fiestas de León», dice. Y dicho por ella, que se fue a Valencia, y descubrió un trabajo, habrá que tenerlo en cuenta.

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