El Hermitage tienta a varias ciudades, descartada Barcelona
Valencia, Alicante, Málaga, Madrid y Lisboa ya ambicionan la colección del museo de San Petersburgo, a la que podrían sumarse otras candidatas como León
León aún no lo ha pedido, pero podría sumarse a la lista de ciudades que desean ser una de las sedes internacionales del Museo Hermitage, el imponente museo de San Petersburgo al que ahora parece que el Ayuntamiento de Barcelona ha comunicado su decisión de no autorizar la instalación del Museo Hermitage en la bocana del Puerto de Barcelona. Aunque desde la corporación que lidera Ada Colau han asegurado que están abiertos a una «reformulación del proyecto», su posicionamiento abre la puerta a otros núcleos urbanos de España y Portugal que podrían optar a este proyecto, que, más allá de la incidencia cultural, llevaría consigo una inversión que podría alcanzar los 50 millones de euros.
¿Y si León se postulara como sede? Valencia, Alicante, Málaga, Madrid y Lisboa, a través de algunos de sus representantes, ya lo han hecho. Puede ser una utopía, pero si se materializa, las previsiones son de una generación de ingresos de 20 millones de euros en los primeros dos años.
En el caso de Barcelona se da la circunstancia de que se vive en términos de disputa. Si hace unos días, grupos vecinales reclamaban en una acción urbana apuntalar la llegada de este gran proyecto a la ciudad, ayer mismo similares agrupaciones, pero de diferente signo, se negaban.
Según el propio consistorio de Barcelona, los informes encargados a expertos les muestran «dudas sobre la idoneidad del emplazamiento escogido». Entre las ciudades que podrían encajar en el marco de condiciones necesarias para albergar el centro se encuentran las capitales de provincia Valencia, Alicante y Málaga, pero también la portuguesa Lisboa. Estos núcleos reúnen los requisitos que llevaron al museo a decantarse por el puerto barcelonés. Estas ubicaciones cumplen con una de las demandas del centro: la proximidad al mar.
Pero si es Madrid una de las ciudades que toman la iniciativa con la intención de seducir a los responsables del centro museístico ruso buscando alternativas que sorteen el requisito marítimo, el abanico peninsular se abriría a todo tipo de ciudades.
Entre medias, los efectos gravísimos de los últimos temporales ejercen una influencia que condiciona el todo. De los informes urbanístico y de movilidad, Janet Sanz, teniente de la alcaldía, ha destacado que «sobre el emplazamiento, los expertos coinciden en los riesgos de seguridad, puesto que es una zona muy frágil, como se ha visto la pasada semana con el temporal, amenazada por el aumento del nivel del mar y debería alertarnos los desperfectos que han sufrido el edificio Desigual y el Hotel Vela».
La parte baja del Paralelo, cercana al World Trade Center; el Parque de la Barceloneta en terrenos de la antigua Gas Natural; el edificio de las Tres Chimeneas en Sant Adrià, o la zona final de la Rambla Prim en el Fórum son cuatro emplazamientos alternativos que plantea el informe de los expertos.
Es decir, que la aparición de otras ciudades puede responder más a cierto oportunismo o pedir por pedir, mientras que en Barcelona, primer lugar elegido, sí puede ofrecer alternativas para que el prestigioso Hermitage sea una realidad en su suelo.