Un huracán apellidado Ferreiro
El Gran Café acoge hoy el primero de los dos conciertos que el gallego ofrece en la capital leonesa para presentar su celebrado disco ‘Confesiones de un artista de mierda’.
Las entradas para ver a Ferreiro (Nigrán, Pontevedra, 1971) se acabaron en dos horas.
Las entradas para ver a Iván Ferreiro en el Gran Café se acabaron en apenas dos horas, una muy buena prueba del tremendo tirón que el de Nigrán —y el estilo de música que practica y representa— tiene por estos lares. Ante la tremenda expectación generada por el anuncio de un concierto que en principio iba a ser único, los responsables del local capitalino ampliaron la cita a dos actuaciones, hoy y mañana, y hubieran sido tres si otros compromisos no se lo hubieran impedido al músico gallego. «Si fueran tres, las entradas también se habrían vendido al instante», cree Guillermo Mateo, programador del Gran Café.
Ferreiro se encuentra inmerso en una ambiciosa gira de presentación en la que presenta por toda España Confesiones de un artista de mierda , dos discos y un deuvedé en el que el gallego —siempre humilde y perfeccionista— imprime una vuelta de tuerca a muchas de sus canciones imprescindibles, en concreto, aquellas con las que se siente «más cómodo». «No tenía ni idea de cómo enfrentarme a Años 80 », reconocía el músico en entrevista con Efe, advirtiendo por ejemplo que no podía repetir El mundo de Wayne porque sentía que sus textos «han ido evolucionando», pero sí revisitó éxitos como Promesas que no valen nada o Rocco Sifredi . El resultado fue un doble cedé y un deuvedé que recogen unas cuidadísimas sesiones de grabación, resultado que es «el más bonito que hemos podido hacer» y además reunido en un vistoso envoltorio «que merece la pena tener», aseguraba.
Para hacer realidad esta recapitulación, Iván Ferreiro acudió a su banda y a amigos como Xoel López, Rubén Pozo (de Pereza) y Santi Balmes (de Love Of Lesbian), un amigo nuevo para darle otro toque a una canción vieja, El equilibrio es imposible . « Turnedo tiene un lavado de cara muy bonito, Promesas me gusta porque está más acelerada y también estoy contento con Santa adrenalina », valoraba este compositor, quien opina que titular canciones es un juego, como lo es la música pop. «Ahora me lo paso todavía mejor. Antes tenía un plus de responsabilidad que no era necesario. Ahora soy responsable, pero lo justo y necesario, y disfruto a muerte», contaba.
Lugar: el Gran Café (Cervantes, 9).
Hora: hoy a las 22.30, mañana a las 23.00
Entradas: agotadas.