
Se cumple el primer año de actividad en la galería de Ángel Cantero. Han sido doce meses de buen hacer, de aventura, de presentación de muchos artistas que nunca habían visitado León y que sorprendieron muy gratamente con su obra. La actividad de este espacio expositivo ha estado durante este periplo anual justo en la línea que separa la actividad comercial de la institucional. Algunas de las exposiciones que ha presentado han tenido una enorme calidad y han sido un atrevimiento por su parte traerlas a su terreno.
En el inicio de este nuevo capítulo, Cantero ha querido repetir con uno de los primeros artistas que visitaron la galería, el zamorano Fernando de Dios. La obra de este pintor está llena de fuerza y entronca perfectamente con el mejor abstracto norteamericano de los años sesenta. «Mi pintura —dice— tiene una idea muy orgánica, muy terrestre. A mí siempre me atrajo mucho la tierra con sus innumerables cambios, con sus cortes... con los colores tan sugerentes que produce el en ella el arado, las tonalidades de la tierra en descomposición, de la tierra cuando se manifiesta como magma vivo. Esa fue la idea que con el tiempo se ha ido estirando y completando».
El artista ha traído obras realizadas en los más diversos soportes, lona, tela, madera e, incluso, óleo sobre papel. En ellos ha pintado una serie de abstracciones en las que algunos encuentran ciertas semejanzas con las enigmáticas figuras del test de Rorschach. «El nombre de esta exposición, Telúrica Taxidermia viene determinado por dos cuestiones: por un lado, el deseo de capturar y detener en un instante la confluencia de ideas, pintura y emoción, y, por otro, los colores terrosos, la textura, aspectos sólidos, gaseosos y fluidos de la pinturas que le dan un carácter magmático, profundo u oculto. Al igual que un taxidermista detiene el movimiento, los rasgos, características y belleza de un animal en el tiempo, pretendo congelar o detener ese preciso momento en el que fluye la pintura y ésta se crea y se destruye al mismo tiempo».
A Fernando de Dios le atraen las nuevas tecnologías y en algunas de sus obras ha empleado la impresión digital sobre planchas de aluminio. «Sí, he pintado las manchas al óleo, las he escaneado, las he imprimido en aluminio y, finalmente, las he recortado, consiguiendo unos efectos muy interesantes en los que tendré que profundizar».
Una técnica semejante ha empleado en otras pequeñas obras que ha pintado en papel, las ha recortado sobre cartón pluma y las ha vuelto a pegar sobre una superficie blanca, consiguiendo un efecto de relieve altamente interesante. Una exposición tremendamente valiente de Cantero para celebrar el primer aniversario de su galería.