Diario de León

MÚSICA

«La cultura es lo que nos hace personas»

La Orquesta Sinfónica Ciudad de León ofrece mañana su tradicional concierto navideño. ‘Ficha’ a cuatro jóvenes.

Daniel Suero Domingo, Manuel Domínguez Pascual y David Martínez Campelo se han incorporado a la orquesta.

Daniel Suero Domingo, Manuel Domínguez Pascual y David Martínez Campelo se han incorporado a la orquesta.

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E. GANCEDO | LEÓN
León

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Navidad no sería Navidad en León sin el concierto con el que la Orquesta Sinfónica Ciudad de León-Odón Alonso celebra y felicita estas fiestas en el Auditorio. Mañana domingo, y en dos pases, un concierto matinal a las 12.00 horas, y una sesión vespertina a las 19.30, la veterana formación vuelve a ofrecer imperecederos valses y polkas de la familia Strauss. Una cita para disfrutar de la mejor música navideña pero también para reivindicar la importancia que para León tiene conservar una orquesta de la antigüedad y el talento de la Odón Alonso. Buena prueba de ello es la oportunidad y el marco de experiencia y promoción que supone para los jóvenes músicos. Este año, cuatro violinistas del Conservatorio se incorporan a ella: los leoneses Daniel Suero Domingo, Manuel Domínguez Pascual, David Martínez Campelo y Yolanda Vega Sánchez, afincada en Santander. A los tres primeros les hemos preguntado qué les parece participar en el concierto, qué es lo más duro de tocar un instrumento pero qué recompensas tiene, y si creen que para León es importante seguir manteniendo su propia orquesta sinfónica. «Lo veo como una ocasión para adquirir nuevas experiencias en el mundo de la música, ya que es una orquesta diferente del resto en las que he participado», dice Daniel Suero, y también que lo más difícil de esta carrera «es empezar» porque «la satisfacción que después te da tocar y disfrutar de un instrumento es inmensa». Cree además que en León «no tenemos mucha representación musical, así que todo lo que incentive este arte es bienvenido».

Por su parte, Manuel Domínguez confiesa que, para él, «es un gran honor contribuir con mi granito de arena a esta orquesta que, concierto tras concierto, ilusiona a muchos melómanos leoneses. Ya toqué en el concierto de marzo, donde se interpretó el concierto para cello y la sinfonía Nº 9 de Dvorak, o sea que es algo que me permite interpretar grandes obras que he escuchado en otras ocasiones y que tanto me han gustado. Tocar en esta orquesta enriquece enormemente mi formación como violinista». En cuanto a las otras cuestiones, afirma que la interpretación de un instrumento «es un proceso de formación que requiere de gran constancia y dedicación que, muchas veces, tienen como consecuencia la frustración. En cambio, también es un hecho que no es posible explicar con palabras la sensación de transmitir sentimientos a través de la música». Recordó que León «ha dejado perder muchos elementos identificativos, y es labor de todos que eso no siga ocurriendo. Para una ciudad como esta, es fundamental la existencia de una orquesta profesional que emocione a la gente».

«Morir culturalmente»

Y David Martínez afirmó, además de que tocar con la Odón Alonso «es una experiencia más y un complemento a mi formación (y me hace mucha ilusión tocar este programa de valses y polkas)», que lo más duro «son las muchas horas que le tienes que dedicar a tu instrumento y, por supuesto, que tienes que renunciar a muchas cosas. Pero cuando ves que todo ese esfuerzo da su fruto y que puedes hacer música, es muy bonito». Respecto al valor de la orquesta, reflexionó: «Al igual que en una ciudad tiene que haber electricistas, médicos y profesores, también tiene que haber artistas y músicos. Si no, la ciudad muere culturalmente. Y la cultura, al fin y al cabo, es lo que nos hace personas, a pesar de que parece que en este país es lo último que importa».

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