la gran sorpresa
A la izquierda, dibujo del rosetón realizado en acuarela por Alfredo Ozaeta en 1883, donde se aprecia que solo quedan completos los seis ángeles de la izquierda. Arriba, uno de los ángeles restaurados por Rigalt, donde se comprueba que solo en la cara y manos ha mantenido los vidrios antiguos. Debajo, el taller de vidrieras de Dámaso Merino.