Lentillas de Colores en el Barrio del Mercado

El barrio del Mercado no es ni Malasaña ni Gracia ni falta que le hace. Lo demuestran vecinos como Eduardo Carro Dado y Cristina León. Y algunos más que conforman un lugar que convive con el Húmedo, peligrosamente juntos, pero que ha sabido mantener sus esencias. Tal vez, esa particularidad haya servido para que surja un invento como Lentillas de Colores, el grupo que comanda esta pareja y que poco a poco destila pop a todo color, como un bonito recuerdo ni siquiera vivido. Hay que oírlos. Para muchos, que ese nombre coincida con el de una canción de La Costa Brava, ese deslumbrante tandem que formaban Sergio Algora y Fran Nixon, delata a la primera por dónde van los tiros. Pero, vuelta al inicio, esta pareja de vida, y ahora de grupo, insiste en un asunto curioso: «Somos un grupo de León, del barrio del Mercado». Y lo reiteran para que se remarque, como si hubieran descubierto que a veces se pueden llevar los mandos de la vida. Es decir, para soñar no hacen falta ensoñaciones ni recurrir a reminiscencias chic. Tal vez, escuchando canciones como Tus amigos , Julio , o La edad , deslumbrantes pildorazos pop, se descubre lo que es el estado de gracia. Y que también deja claro que lo que le pasa al dúo es que el talento escondido desbordó la casa y hace falta que se airee dándose a conocer. Si Juan de Pablos da el ok, como así ha sido, es que vamos bien.

Lentillas de Colores cuenta a su favor tanto con el hecho de querer ser parte de la escena local como el aparecer sin arrastrar traumas anteriores de esos que a veces siempre forman parte del discurso, aunque el contexto sea de reconocimiento.

 

La clave de cómo surgió este acierto que es Lentillas de Colores viene de ella, aunque Dado tiene un origen en Juniper Moon, que fue grupo emblema de la modernidad berciana. «Surgió de repente, iba escuchando Alguien tiene que hacer algo , de Joaquín Pascual, y de repente me empezó a salir la melodía y la letra. Fue cuestión de 5 o 10 minutos. La grabé en audio y se la envié a Dado. A partir de ahí salieron más, así sin más. Todas están en mi teléfono. Dado las ejecuta, yo le digo más o menos qué sonidos me inspiran y él trata de hacerlo. Por ahora, muy satisfecho con todas. A ver qué pasa con las siguientes. Que esté gustando tanto, a Julio Ruiz, a Agustín Fuentes y a mucha gente es algo increíble para mí. La Costa Brava es uno de mis grupos favoritos de siempre. Hablé con Fran Nixon, necesitaba decirle lo del nombre y, de alguna manera pedirle permiso. Le hizo mucha ilusion y me sentí mejor. Juniper evidentemente es muy importante para mi», relata León.

Por su parte, Dado, nombre de guerra y paz, reconoce que ahora que su mujer (tienen dos niñas de 5 y 3 años), reconoce que ha descubierto en casa un filón artístico con el que no contaba: «Es pop en muchas de sus variantes que nos gustan. Y aparte las melodías que surgen invitan a que las canciones vayan en esa dirección. Conocí a Sergio Algora y a Francisco Nixon, y para mí fue un hito. Fueron solo unos pocos segundos que recordaré siempre. Nos gusta muchísimo su obra. Y esa canción ( Lentillas de colores ) nos trae muy buenos recuerdos. No tenemos ningún plan para Lentillas. Aprovechar cada oportunidad que surja y valorarla como merece. No dejar de ilusionarnos con cada cosa que nos pase», dicen, y ya son sintonía de programas de radio.