«León es un lugar perfecto para el flamenco»

El flamenco sabe a sur pero su esencia llega al norte. Sabicas era de Pamplona. El insigne guitarrista, referente de esta música, sirvió, de hecho, para que el leonés Miguel Morán inventara allí el Flamenco On Fire, festival líder en la actualidad, Es decir, que como asegura Rocío Duarte, asturiana bailaora en León, «el flamenco es algo tan grande que nunca conocerá fronteras».

Lo dice esta mujer nacida en San Juan de la Arena, en Salinas, que para recobrar su acento asturiano necesita pasar Pajares. Porque, a partir de este nombre sin trampa, Rocío Duarte pone su DNI, hay en ella algo que sin topicazo le hace parecer andaluza hasta de manera inquietante, que al menos se atenúa cuando dice que una de sus dos abuelas, Araceli, es malagueña.

Desde el Estudio de Danza Diana Mendoza de León ahora da clases de baile en diferentes modalidades, pero el flamenco es su sentimiento. Algo que a Duarte le lleva a Decir que «León es un lugar perfecto para el flamenco». Es más, cree que se podría promocionar como un lugar para esta música y baile, porque detecta afición. Aunque, también, poca organización.

En estos cuatro años que lleva en León, tras haber vivido en Astorga, ha participado en eventos culturales y destacado con su arte. Algo que también se traduce en sus redes sociales, donde hace unos días tuvo una respuesta que le emocionó a partir de los elogios de Rosario Montoya, La Farruca, madre de Farruquito, quien venía a decir que cómo era posible tanto arte en una bailaora desde León. «Es que yo pienso que la ecuación flamenco y León tiene sentido. El arte lo crea cada uno y no tiene que hacerse en un lugar determinado», asegura esta titulada en Danza Española en Gijón, donde sacó el título homologado en grado profesional.

No había pisado León hasta hace cuatro años, aunque había pasado por Ponferrada. «En León he encontrado una ciudad cómoda y perfecta para la actividad a la que me dedico. La enseñanza me encanta. Y los alumnos reciben las clases con mucho interés. Me gustaría que esto también se diera en la vida cultural de la ciudad», insiste Duarte, porque cree que un arte y disciplina como el flamenco tiene todo el futuro si se plantea desde un punto de vista de repercusión artística y cultural dentro de las diferentes programaciones que se desarrollan.

«En el Sur hay más demanda y más oferta. Pero eso no quiere decir que solo tenga que darse allí», asegura, y entonces saca la artillería pesada de lo que es el flamenco y su influencia y trascendencia a nivel mundial. Tal vez, desde esta premisa expansiva, Rocío Duarte asegura que «yo intento renovarme, innovar. Hacer cosas nuevas en el flamenco sin perder las referencias de estilo es posible. Es más, creo que es lo que hay que hacer», asevera. Y con respecto a lo que propondría para León, Duarte insiste en esa búsqueda de originalidad. «Hay mucha gente a la que le gusta el flamenco. Si se les ofrece algo puro con evolución, es posible que el interés aumente», asegura. A lo que añade la incorporación a las citadas programaciones culturales. Entonces se le señala que en El Albéitar, a través de Pepe Tabernero, sí hay esa sensibilidad. Y es un lugar, precisamente, en los que ha actuado. O como ella misma dice: «Zapatear es cantar». En estos tiempos de pandemia, más.