Diario de León

Arte

"Tengo una absoluta libertad de expresión en mi sentimiento como artista»

Ana de Orleans estará en persona el 1 de abril en Alemi con su exposición de acuarelas Parte de los fondos irán destinados a Por un Mañana sin Alzheimer

Ana de Orleans, el pasado jueves en Madrid. BENITO ORDÓÑEZ

Ana de Orleans, el pasado jueves en Madrid. BENITO ORDÓÑEZ

León

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Su nombre obliga, como la nobleza, a hacer el sobreesfuerzo de ver solo a la pintora, aunque de reojo la mirada se va a su referente aristrocrático. Que desmiente a la primera cuando dice acerca de si pertenecer a una familia como la suya pesa a la hora de desarrollarse de manera individual como artista: «No pesa en absoluto. Tengo una absoluta libertad de expresión en mi sentimiento como artista». Es Ana de Orleans, o Anne D’Orleans (Woluwe-Saint-Pierre, Bélgica, 1938), pariente del Rey Juan Carlos, viuda de Carlos de Borbón dos Silicias, y más. Pero ella va a venir a León a hablar de su arte y enseñarlo como acuarelista. Siempre vinculada a causas benéficas, como su labor junto a Andrés Aberasturi en favor de las personas afectadas con parálisis cerebral severa, a través de la Fundación Nido, o la homónima Por un Mañana sin Alzheimer, creada en 2016 por mandato de la Asamblea General de la Asociación de personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, de León. Que es al fin lo que le hace noticia: el 1 de abril inaugura en la Galería de Arte Alemi, dirigida por Ángeles Hidalgo, una exposición que durante todo el mes dejará en la plaza de las Palomas constancia de su arte.

Así, De Orleans pinta en León por derecho. Y se muestra expectante y con ganas de que llegue la fecha señalada cuando su muestra de acuarelas se inaugure: «Mi pintura es el resultado de una combinación mixta de mis cinco sentidos con mi intelecto, que de repente provocan una explosión de sensaciones que se quieren plasmar de inmediato. En definitiva es un instante excepcional que se puede llamar inspiración o plasmación de mis sentimientos», analiza ella misma sobre lo que se verá en León. A lo que añade que «es una selección muy cuidada que refleja el paso por distintos lugares, emociones y momentos vividos a lo largo de mi vida y trayectoria como artista. Deseo que los leoneses disfruten de ella como yo hice al realizarlas».

Claras intenciones
«Deseo que los leoneses disfruten de estas obras como yo hice al realizarlas», explica

La vocación de esta pintora se fraguó desde su infancia, pero fue hace más de dos décadas cuando comenzó a llevar al público lo que hacía desde dentro y con carácter particular. De hecho, relata que «siempre he estado rodeada de arte en mayúsculas. En casa de mis padres había magníficas obras de arte que han ejercido sobre mi un impacto y una influencia considerable, como, por ejemplo, las acuarelas del Príncipe de Joinville. Toda mi familia, de alguna u otra manera ha estado siempre ligada al arte. Ver pintar a mi abuela, Elizabeth Dobrzenski, dejó un profundo poso artístico en mi. Además, he tenido la suerte de hacer visitas a muchos museos de todo el mundo», explica, al hilo de cinco generaciones en las que el arte fue una de las señas e influencias familiares.

Ana de Orleans, princesa de Francia, de Orleans, duquesa viuda de Calabria, de Caserta, reside en España desde 1965, cuando contrajo matrimonio con Carlos de Borbón-Dos Sicilias. Y es muchos años después cuando la pintura se convierte en una labor que centra su actividad, y que se convierte así tanto en vocación artística como una forma de colaborar socialmente con sectores necesitados.

Así llega el momento de que lo que crea se convierte en material para ofrecer al público. Y que se convierte en una experiencia vital que sigue marcando su ritmo: «Desde muy pequeña la pintura ha estado siempre presente en mi. Es algo inevitable en un artista. Tengo una obra extensa gracias a mi pasión por pintar. Mi primera exposición en 1998, con un éxito rotundo, marcó en mi una trayectoria que nos ha llevado hasta hoy», relata.

Múltiples influencias

Si hubiera que hablar de influencias, Ana de Orleans propone una postura artística abierta a todas las corrientes. «Tengo un grandísimo interés y admiración por el arte en general, en todas sus disciplinas. En términos pictóricos, me quedo con Joseph Mallord William Turner, extraordinario paisajista del romanticismo. Tengo un gran interés por los impresionistas también», señala.

De esta manera llegará a León dispuesta a mostrar sus creaciones. Y, también con la curiosidad despierta para disfrutar de la ciudad: «La exposición me otorga una oportunidad magnífica de conocer una ciudad como León que rebosa arte por sus cuatro costados. Estoy deseando conocerla mejor», asegura.

La experiencia le dirá a la artista qué pasa cuando la obra queda a disposición del público. Se espera en Alemi alta asistencia de aficionados al arte y la solidaridad, y, por supuesto, instituciones y sus correspondientes representantes para que den un empujón a la cultura en tiempos de restricciones como los que se viven en la actualidad. Tratándose de alguien como Ana de Orleans, como nombre influyente, cabe una pregunta: ¿Hay algún plan o es el público el que lo va determinando? «Una exposición no es más que una apertura del corazón del artista al público interesado en su obra. No hay planes determinados más allá de la selección de la obra y la logística necesaria para su realización. El artista ofrece su trabajo al público para que pueda disfrutarlo y sentir», deja a merced entonces de lo que perciban los que asistan a su exposición.

Como se trata de una iniciativa con apartado benéfico, se espera buena respuesta. Porque vivir del arte solo está reservado a los privilegiados. «Un artista suele entregarse a su obra sin esperar nada a cambio. Es muy difícil vivir del arte en la actualidad, solo unos pocos lo consiguen», asevera.

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