Martínez del Cerro y un León contemporáneo

Lo de Jesús Martínez del Cerro fue un sueño de la razón que producía arte. Antes, conocimiento. La arquitectura que construye las ciudades. Caminaba por León como sus cuadros que hoy se pueden ver convirtiendo la realidad estática en el dinamismo urbano de la vida. Estos cuadros son una mirada móvil. Una respuesta a su espíritu crítico. Un retrato de lo que se ve cuando uno camina por la ciudad. En un León empeñado en vivir a la antigua, Del Cerro veía arte contemporáneo. E imágenes cubistas, caleidoscópicas, porque el arte, cuando se enfrenta a la realidad, la golea. Su legado está ahí. O aquí en forma de exposición que hoy se inaugura en el Casino de León, en su céntrica sede en la calle Alfonso V, 7, 1º D. Será a las 20.00 horas y contará con la intervención de Eduardo Aguirre, escritor y columnista de Diario de León.

Jesús Martínez del Cerro (Santander, 1948-León, 2022) ha sido uno de los arquitectos más prolíficos y reconocidos de León. Arquitecto por la Escuela Superior de Madrid, desarrolló su actividad profesional en León desde 1973 hasta su jubilación. Como arquitecto tiene edificios y obras en León, Madrid, Barcelona, Asturias, Santander, Zamora, Palencia y Lugo. Junto a esta vertiente profesional desarrolló, especialmente en la última etapa de su vida, una intensa actividad como pintor, en cuadros que combinaron la experimentación figurativa con el compromiso crítico, que él reforzaba con sutiles toques de ironía.

Gran escultor

En sus cuadros sobre espacios leoneses, los edificios de la ciudad aparecen con frecuencia plasmados como si estuviesen vistos a través de un cristal empapado por la lluvia, en una impactante deconstrucción que le aproximaban al surrealismo y al pop, más que al realismo académico. Junto a esta actividad plástica, disfrutaba realizando esculturas -piedra, acero, madera, hormigón- y diseñando objetos, creó prototipos de muebles, dibujó carteles, impartió charlas en el Musac sobre arte contemporáneo, así como en el Colegio de Arquitectos de León.

En sus cuadros incluía muchas veces imágenes de la actualidad periodística, unas veces evidentes y otras semiocultas en algún fragmento del cuadro. No es causal que dos de sus exposiciones llevasen por título Aguantamos (Colegio de Arquitectos de León) y Seguimos aguantando (Auditorio de León), ambas con su hijo, Nicolás Martínez Roa, también arquitecto y pintor. En palabras de Eduardo Aguirre, para quien ilustró varios artículos de su serie Cartas sin sello , publicados en la última de este periódico, «sus extraordinarias capacidades para la pintura y el dibujo, unido a un entusiasmo innato y a un interés constante por aprender, hicieron posible una obra que permanecerá, tanto por su calidad artística objetiva como por plasmar de forma innovadora nuestro presente». Asimismo, destaca el columnista: «Su pintura denota un gran dominio técnico, bajo una apariencia de facilidad. Podría estar expuesta en cualquier museo de arte contemporáneo».