Media vida en una canción
Cantante, compositora, profesora, vocal coach y coach televisiva, titulada como cantante lírica, gran voz del soul... La lista sería extensa para definir las facetas de la leonesa Rut Marcos. Así que conviene quedarse con un hilo conductor imbatible: la música. O con lo que impulsaron su carrera sus padres, los recordados Fabiola Andrés y Jesús Marcos, toda una institución en el mundo musical de la provincia. Ahora está de actualidad por su presencia en Cover Night , el programa de La 1 en el que ejerce asesorando a los participantes para que muestren su mejor versión. Y es una garantía porque en este terreno viene avalada por más de diez temporadas como vocal coach en La Voz , junto a nombres como Laura Pausini o Pablo López. Aunque su faceta de intéprete merece poner en pausa la televisiva y anunciar que el 30 de abril actuará en el Teatro Zorrilla de Valladolid junto a la también leonesa Raquel Sutil. Homenaje a la Lírica Española es el título de un repertorio y gira que le tiene ilusionada con canciones y romanzas de autores como Toldrá, Turina, Montsalvatge, Granados, Moreno Torroba, Chueca...
«El formato de Cover Night tiene algo de novedoso. Ha habido un casting online, el papel nuestro es preparar a los concursantes y no competimos defendiendo a un equipo... Es una apuesta arriesgada que cuenta, eso sí, con la ventaja de tener la logística de La Voz », explica. Lo que se encuentra ella en esas citas online no suena a regañina pero sí a aviso: «En España hay buenas voces pero poca formación», dice. Tal vez se refiera a que en estos tiempos consumistas hasta en los productos pseudoculturales, las prisas son las peores consejeras. Como siempre.
En cuanto a su trayectoria, con todo lo que le queda por hacer, afirma que «soy apasionada de mi trabajo. De formar y de cantar. Llevo muchos años pero me sigo sorprendiendo. Por la ilusión, por la inocencia... Hay de todo. Y si miro hacia atrás me considero afortunada, Por mis profesores en el Conservatorio, por haber logrado ser alumna de Teresa Berganza», relata y enumera a más.
Si tuviera que elegir entre la variedad de actividades y estilos que trabaja, Rut Marcos lo tiene claro: «La lírica es mi gran veneno musical», afirma. Y eso que no es de extrañar que luego se le pueda ver en fomaciones musicales en las que hay mucho funk, gospel, soul. De hecho, tiene un título genial en el apartado del no se la pierdan: Rut Marcos vs Rudy Black, de la lírica al sprock . Pero este empate será el 6 de mayo.
Cuando preguntaba aquel profesor fiable: ¿ya has vuelto al blues?, y uno pensaba: es que no he pasado por allí, él sí que sabía de lo que hablaba. Blues quería decir lo esencial, la primera tierra prometida musical, o una de ellas. Y la del reencuentro. Y a ciertos niveles, territorio de acogida para que cada uno delire consigo mismo lo que le dé la gana. Sublime o patético, por ser aparentemente amable y siempre trillable el blues, eso sí. En el caso de Rut Marcos (León, 1978), sublime, tanto en la ida como en el regreso cuando ella quiera, aunque esto último ella no lo crea y de vez en cuando diga: «A estas alturas...». En su caso, por supuesto, exagerado. Porque aunque la experiencia le dicte que ya lleva mucho recorrido, lo que dice, cuenta y canta, suena poderoso con la frescura aún del viaje de ida. A santo de qué tanto para allá y para acá... Feliz cumpleaños. Es hoy. Principalmente porque el portento que surge en ella es el de una versatilidad única en España. Y alguno lo pillará rápido al decir que el día que Rut Marcos aplique ese volver, tendrá dónde elegir: al blues, al soul, al rock y, ante todo, a lo lírico y lo clásico. El sitio de su recreo y más. Una privilegiada por obra y gracia de ella misma. Y de esa familia, la Marcos Andrés, que resulta que fue el mejor caldo de cultivo porque en aquella casa el cariño llevaba incorporado una banda sonora de respeto a la música. Todos al conservatorio. Todo eso es formidable en Rut Marcos: te habla de Red Hot Chili Peppers, para que seas consciente del nivel de algo, con las mismas convicciones que de su rendición incondicional a Teresa Berganza. Es decir, he aquí Rut Marcos, artista y maestra fuera de catálogo. Sólo era esta extensa explicación para apagar los pesados focos televisivos y que cobrara valor la historia real. Pero la tele es la tele y hasta bienvenida sea si la cantante Rut Marcos confiesa que cuando regresa a lo lírico siente cómo su voz surca los pentagramas de lo inolvidable, lo perdurable. Mozart, Puccini, Mahler... como pósters de una habitación para toda la vida.