El mejor actor llega a La Bañeza con Delibes

pacho rodríguez | león  

José Sacristán (Chinchón, 1937) pensó en retirarse alguna vez. Por haberlo hecho todo. O por tener poco que hacer. O porque llegaba la crisis salvaje que el teatro no notaba porque ya estaba en ella. Ese amago de jubilación pasó a la historia y ahora se pasea (es un decir, porque este hombre parece que se la juega cada día) por los escenarios españoles dejando una estela en la que todos ponen o dicen: «Es el mejor». La Bañeza tiene hoy (20.30 horas) la oportunidad de comprobarlo en el Teatro Municipal con uno de los éxitos más indiscutibles del año en Madrid: Señora de rojo sobre fondo gris .  

En el caso de Sacristán se puede seguir a la promoción directa, porque lo confirma cada noche en las tablas. Y lo que se verá hoy en La Bañeza es a un actor en estado de gracia en una adaptación de un libro escrito por Delibes también en un estado de inspiración. El desaparecido José Sámano, que junto a Sacristán compartía amistad con el autor vallisoletano, ejerce de director para devolver a la vida este texto de Miguel Delibes en el que cuenta la historia de su vida junto a su esposa, Ángeles de Castro. Retrata la personalidad de esta mujer que lo fue todo para él y, sobre todo, describe el proceso de la enfermedad que le condujo a una muerte inesperada a los 48 años.  

Se trata de la cuarta adaptación teatral de una novela del autor y académico vallisoletano. Y en lo personal, para José Sacristán ha sido todo un cúmulo de acontecimientos. Por un lado el poder recuperar la idea de la adaptación de este texto. De hecho, no era la primera vez que se trataba la posibilidad. Pero no fue hasta ahora cuando Sámano y Sacristán logran dar la con la tecla adecuada para que la obra aparezca como un potente artefacto literario y teatral, en el que el actor madrileño pone en pie todo un monólogo sin fisuras que, desde el estreno en el Bellas Artes de la capital, no ha dejado de fascinar y llenar.  

Más adelante, la muerte del propio José Sámano no ha sido sino otro impacto que hace aún más emotivos algunos de los momentos de la representación.  

El propio Delibes dijo que los dos tipos de mujer que había dibujado con mayor esmero eran «Carmen, la Menchu de Cinco horas con Mario , y Ana, personaje de Señora de rojo sobre fondo gris . Dos mujeres, no ya distintas sino antitéticas, que podemos considerar representativas de la España de la segunda mitad del siglo XX», dijo.