Diario de León

Muere Amparo Muñoz, única miss española en ceñir la corona mundial

Su desigual carera de actriz discurrió en paralelo a una turbulenta vida sentimental

Amparo Muñoz, en una imagen del año 2005.

Amparo Muñoz, en una imagen del año 2005.

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miguel lorenci | madrid
León

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La vida de Amparo Muñoz se quebró mucho antes de su muerte en la noche del domingo. No quiso ser una marioneta y se convirtió en una muñeca rota. La actriz y modelo fue la mujer más bella del mundo, pero desde la cima de la belleza universal descendió en picado al oscuro laberinto de la droga. La modelo y actriz que rodó medio centenar de películas moría en paz en su casa de Málaga. Perdió la batalla contra la grave enfermedad que la atrapó hace años y que le impidió renacer de sus cenizas, algo que había logrado antes en varias ocasiones.

Sometida a una delicada intervención quirúrgica, su salud se deterioró sin remedio en las últimas semanas. La actriz murió con 56 años, rodeada de los suyos, en una intimidad familiar que su entorno quiere mantener en su funeral.

Nacida en Vélez-Málaga el 21 de junio de 1954, Amparo Muñoz Quesada fue la única española que se coronó como Miss Universo. Consiguió el título el 22 de julio de 1974 en Manila, pero lo rechazaría a los seis meses. Se negó a ser una marioneta en manos de los dueños del concurso y no quiso viajar a Japón. Tuvo que dejar el cetro y la corona de la belleza y renunciar a un reinado que apenas duró medio año. Había comenzado su carrera como modelo publicitaria y de moda apenas un año antes. Miss Costa del Sol y Miss España en 1973 fueron los títulos que catapultaron a la fama a la joven malagueña.

El cine no quiso renunciar a la fresca y rotunda belleza de aquella muchacha. Sin ninguna experiencia interpretativa, se puso por primera vez ante las cámaras en 1973 para rodar junto a Ana Belén, Alfredo Mayo y José Sacristán Vida conyugal . Rodó un puñado de películas olvidables, como Clara es el precio (1974), Sensualidad (1975), Mauricio mon amour (1976), Voltereta (1976), Acto de posesión (1976), Del amor y de la muerte (1977), y Experiencia extramatrimonial de una esposa (1979) pero se apuntó éxitos de crítica como El tahur (1979). Lograría dejar el cine de destape para ponerse a las órdenes de los mejores directores de la época en películas de culto como Mamá cumple cien años (1979), de Carlos Saura; Dedicatoria (1980), de Jaime Chávarri; Hablamos esta noche (1982), de Pilar Miró -”uno de los mayor éxitos de la actriz-” o El balcón abierto (1984), homenaje a Federico García Lorca dirigido por Jaime Camino en el que compartió reparto con Antonio Flores o Álvaro de Luna.

Por entonces también la tele le concede oportunidades y aparece en series como Sonatas de estío o Brigada central . Tras rodar a mediado de los ochenta algunos títulos más como La reina del mate , En penumbra , Lulú de Noche o Delirios de amor , se alejó de los platós durante casi un década, para reaparecer en 1996 con Licántropo , dirigida y protagonizada por Paul Naschy. Fernando León de Aranoa le concedería otra oportunidad con Familia (1997), ópera prima del cineasta que constituiría uno de sus mayores éxitos y casi el canto del cisne cinematográfico de la actriz.

Una vida tormentosa. Mientras que con sus reapariciones en la pantalla se movía por la senda del éxito y la credibilidad, en la vida personal y emocional se sucedieron las caídas y los fracasos. Estuvo casada en tres ocasiones y acumuló problemas con la justicia ocasionados por la proximidad al mundo de las drogas. En 1976 había conocido a su primer marido, el cantautor y actor Patxi Andión, con quien protagonizó La otra alcoba a las órdenes de Eloy de la Iglesia.

Sería luego pareja del productor Elías Querejeta durante un corto periodo. El chileno Flavio Labarca, controvertido personaje, anticuario acusado de tráfico de drogas a quien conoció en México, sería su segundo esposo. Divorciada de nuevo, a principios de los noventa la actriz malagueña contrajo matrimonio con Víctor Santiago Rubio Guijarro, de quien se separó en 1994. La ruptura de su primer matrimonio marcó la entrada de la actriz en un espiral ascendente de problemas personales y judiciales que se agudizó en los ochenta.

En 1983 fue invitada por Imelda Marcos, esposa del dictador Ferdinand Marcos entonces en el poder, para asistir en Manila a un festival de cine. Muñoz porfió y fijó su residencia en la capital filipina junto a Flavio Labarca. En Filipinas rodaba Amparo Muñoz Demasiado hermosa cuando fue denunciada por la productora, con quien tuvo un grave altercado. Acusad de abofetear y tirar de los pelos a Natlai Palanca, fue juzgada en ausencia en 1985 y condenada a cuatro años de prisión que no cumplió. En 1989, al final del rodaje de Vidas privadas , Muñoz era detenida en Barcelona en el marco de la -˜Operación primavera-™, con 700 detenidos. La actriz fue cazada cuando compraba heroína en el centro del ciudad Condal. Detenida, sería pronto puesta en libertad.

Aun rodaría Al acecho a las órdenes de Gerado Herrero, pero la adicción a las drogas marcó el ritmo de su compleja vida durante los noventa, y cuando fue acusada, por ejemplo, no pagar la cuenta en varios hoteles. Escribió en 2005 La vida es el precio , libro de memorias donde conjuraba sus demonios y donde daba cuenta de algunos de los momentos muy duros, como la voluntaria decisión de abortar que tomó en dos ocasiones.

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