Diario de León

Un proyecto único en el mundo

El Musac crea un Instituto del Tiempo

Más de 150 monstruos creados por Enrique Marty, las arquitecturas prematuras de Isidoro Valcárcel Medina —de un bar para perros a un edificio torpe para oficinas—, una retrospectiva sobre Miguel Ullán, los inicios fotográficos de los hermanos Núñez y un Instituto del Tiempo Suspendido conforman la nueva temporada expositiva del Musac.

León

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No es un gabinete psicológico, un consultorio para aprender a gestionar el tiempo o una ‘performance’.. Pero tiene algo de todos ellos. Se trata de un proyecto único en el mundo. Un Instituto del Tiempo Suspendido (ITS), que ponen en marcha en León la economista y artista Raquel Fiera y el filósofo Javier Bassas. Forma parte de la nueva temporada del Musac, pero nace con vocación de permanencia. El tiempo dirá.

El Laboratorio 987 del museo se transforma en sede de este peculiar organismo cuya misión es cambiar la noción del tiempo. En un mundo en el que las horas se miden en función del rendimiento, el ITS valora con otras pautas el tiempo «no productivo» —que no desperdiciado—.

El Instituto del Tiempo Suspendido. FERNANDO OTERO

«Espera un momento. Ahora venimos. Llevamos años esperándote... ¿Y tú?». Con este letrero el nuevo instituto, que tiene su propia normativa, da la bienvenida a una primera ‘consulta’, que atiende Raquel Fiera. Después, se puede revisar la bibliografía que ha permitido concebir un gabinete de gestión de ese tiempo que no tiene un fin preestablecido. El espectador puede leer, a continuación, los ‘cronodelitos’ y confesar ante el ‘juez’ Javier Bassas si ha delinquido en estrés, hiperactividad, obsesión por el trabajo... Si, en definitiva, vive como un reloj. El ITS también tiene una sede virtual (institutodeltiemposuspendido.es). El propósito es «inyectar tiempo suspendido» en las vidas de los visitantes.

Fotos de los hermanos Núñez. FERNANDO OTERO

El ITS forma parte de los cinco proyectos que el Musac aplazó el año pasado, como consecuencia del recorte presupuestario. La nueva temporada, que abre hoy el Musac, ha costado 133.490 euros. Exposiciones muy impactantes visualmente y de contenido con las que, previsiblemente, el director Manuel Olveira se despide del museo leonés —su contrato concluye en junio—.

El León imaginario de Valcárcel

El museo de arte contemporáneo dedica una gran retrospectiva, coproducida con Azkuna Zentroa Alhóndiga Bilbao, sobre el genial Isidoro Valcárcel Medina, Una exposición centrada en las ‘arquitecturas prematuras’ del artista y premio Velázquez. Son «propuestas nacidas antes de tiempo y que la sociedad no está preparada para aceptar», explica Olveira; como una casa de okupas que cambia de fachada para que la policía no la reconozca o una ciudad solo para coches. Una treintena de proyectos de los años 80 y 90 que nunca se realizaron, excepto la Casa del artista. Una de las salas concentra las propuestas que Valcárcel Medina (Murcia, 1937), arquitecto de formación, diseñó para León, como Cuatro ideas funcionales para la ciudad de León, obra de 1991 que ya pertenece al Musac tras siete años intentando adquirirla. Incluye planes del artista murciano para hacer de la Calle Ancha una ‘vía dominguera’, señalizar los enclaves turísticos con humo de colores y transformar la plaza de la Inmaculada en un estanque de barcos.

Arte recortado

Las exposiciones que inaugura el Musac se aplazaron el año pasado por recortes de presupuesto

Con motivo de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en 1991 Válcarcel Medina proponía un parque excavado en la calle de las Cercas, un bar para perros, plantar productos leoneses en descampados de la Chantría o amontonar todas las estatuas de la ciudad en el campo de fútbol de la Puentecilla y hacer otro estadio circunvalado por el río.

También inventó un cono para salvar Riaño sin renunciar al pantano. Una obra crítica, original y cargada de humor, que ha convertido a Valcárcel Medina en uno de los grandes maestros del arte contemporáneo. Un artista que ha evolucionado desde el informalismo, pasando por el arte constructivista hasta el minimalismo.

Un poeta visto y no visto

El Musac dedica una antológica al polifacético poeta visual y referente cultural de los sesenta José Miguel Ullán. Una exposición que muestra también otras facetas del creador salmantino, como editor de libros de arte a través de su sello Ave del Paraíso, donde produjo exquisitas joyas bibliográficas, en colaboración con artistas como Tapiès, Broto, Saura, Sicilia o Bethel, que han mostrado desde el Moma de Nueva York a la Biblioteca Nacional de Francia. Una muestra que recorre «la extensa y poliédrica trayectoria creativa» de este periodista y dinamizador cultural.

Detalle de la exposición dedicada a José Miguel Ullán. FERNANDO OTERO

La muestra exhibe también el periodo crucial del exilio de Ullán en París (1966-1976), su trabajo con palabras encontradas, las performances que realizó o sus propuestas para televisión.

El sueño de la razón

El museo explora el lado oscuro del ser humano a través de una impactante selección de obras de su colección. Piezas que, en estos extraños tiempos de pandemia, suponen una reflexión en torno a lo monstruoso y la realidad que vivimos, los populismos, las fake news y los miedos y comportamientos irracionales. El título de la muestra hace alusión al Sueño de la razón produce monstruos , uno de los más célebres grabados de Goya. El Musac ‘desempolva’ la colosal obra de Enrique Marty La caída de los ídolos , que no había mostrado antes en León, pero sí había prestado a otros museos. Más de 500 piezas en las que el artista salmantino coloca a los monstruos en las gradas y el espectador circula en el centro. Por pura casualidad, esta obra enlaza con un proyecto de teatro de Valcárcel Medina de los años 80, en el que el público se sitúa en el escenario y los actores en las gradas.

El sueño de la razón incluye también obras de Carlos Amorales, Ruth Gómez, Abigail Lazkoz y Marina Núñez, así como los Cien dibujos negros de Jorge Galindo, una especie de galería o bestiario humano, con Goya en el centro, porque comparte con él la misma visión crítica y pesimista de esa España que cae en el pozo de la superstición.

Imagen de los Núñez de Astorga

Por último, en Espacio Vitrinas el Musac rescata los inicios surrealistas de los hermanos y fotógrafos astorganos Ramón y Javier Núñez. Visualmente, la exposición se ha dividido en dos series. La primera con imágenes reveladas con las técnicas de la época, en las que estos dos adolescentes intentan adentrarse en el surrealismo a través de la fotografía; y en la segunda, con un procesado digital actual. Imágenes que ya evidencian el potencial creativo de dos artistas que llevan a cabo un corpus de trabajo basado en la improvisación, la libertad y estudio de los límites y posibilidades de los medios técnicos a su alcance. Una exposición comisariada por el fotógrafo Amando Casado.

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