Diario de León

En obras

Notre Dame resurge en directo

La reconstrucción de la catedral se sustenta en un andamiaje de 5.500 piezas

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Rafael Cañas
León

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Las obras de reconstrucción de la catedral de Notre Dame en París tienen una enorme complejidad poco conocida que quedó expuesta ayer con una emisión televisiva en directo, en el que se mostró el reto de intentar devolver un templo de la Edad Media a su anterior esplendor.

La catedral sufrió un incendio el 15 de abril del año pasado, aparentemente originado por unas obras de restauración, y el siniestro destruyó el tejado y la famosa aguja del templo, además de que causó importantes daños en el conjunto del edificio.

El organismo público «Reconstruir Notre Dame» y el canal televisivo cultural Arte se unieron para mostrar en directo a través de varias redes sociales y desde dentro cómo son las obras de restauración, con entrevistas a responsables y trabajadores, con motivo de los Días Europeos del Patrimonio Cultural.

«Se ha hecho un trabajo considerable en un año y medio», afirmó durante la emisión el general Jean-Louis Georgelin, presidente de la institución.

A pesar de que las obras estuvieron paradas entre el 16 de marzo y el 27 de abril debido al confinamiento por la pandemia, Georgelin confió en terminar la restauración en el plazo previsto.

También recalcó la importancia de trabajadores de oficios tradicionales poco reconocidos en estos tiempos modernos, como canteros, talladores de piedra o vidrieros, que están «extremadamente orgullosos» de mostrar el valor de sus habilidades.

Las obras son posibles gracias a un sistema de andamiaje que totaliza 5.500 piezas, con un espacio de trabajo de 2.000 metros cuadrados.

La preocupación por la seguridad es total, no solo por la posible caída de elementos inestables (ya consolidados) o para accidentes, sino también para prevenir la contaminación por plomo, un metal muy presente en la catedral, explica Georgelin.

Uno de los capítulos más llamativos de estos trabajos está siendo el desmontaje del enorme órgano de la catedral, de 8.000 tubos, que si bien no fueron afectados por las llamas sí sufrieron la entrada de cenizas.

El desmontaje de los tubos para su limpieza, que comenzó en agosto, es «un trabajo impresionante» y constituye «una obra dentro de la obra», explicó Jonathan Truillet, responsable adjunto de las operaciones.

El objetivo es reconstruir los elementos dañados o destruidos tal como estaban originalmente, sobre todo la famosa aguja de 96 metros de altura -y que tenía 250 toneladas de plomo-.

El presupuesto total supera los 900 millones de euros, de los que al menos 160 millones se destinaron a los primeros trabajos de consolidación y protección.

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