El padre montañero de Caneja

El apellido Díaz-Caneja es conocido sobre todo por Juan Manuel Díaz-Caneja, célebre pintor de la llamada Escuela de Vallecas cuyo valioso legado se atesora y expone desde hace menos de un mes en el Centro Leonés de Arte (CLA) de la avenida Independencia. Pero el padre de este artista, Juan, fue no sólo un ilustre abogado, político y alto funcionario, sino también un escritor que ambientó parte de sus textos en las pindias cuestas de la montaña palentina lindante con León. Ahora, la nueva Región Editorial ha reunido los más interesantes de esos escritos en El misterio de Aguilar y otros relatos de montaña , una obra editada con gran lujo de materiales e inéditas fotografías del archivo familiar, prólogo de Carmen Villamor y hasta un glosario de términos de aquella comarca, muchos de ellos adscribibles al dominio lingüístico astur-leonés. Juan Díaz-Caneja Candanedo nació en 1877 en la capital leonesa, su rama paterna era originaria de Oseja de Sajambre. En 1883 la familia se instala en Palencia, adonde fue trasladado su padre para ocuparse de la secretaría de la Diputación Provincial. Es a partir de 1894 cuando comienza a colaborar de manera asidua e intensa con la prensa bajo diversos seudónimos como Juan Sin Tierra o Juan de Castilla. Concluye su carrera de leyes con premio extraordinario en la Universidad de Oviedo, ciudad de la que era alcalde su tío Domingo Díaz-Caneja Bulnes. Fue alumno de Clarín y de Rafael Altamira, y en los ambientes estudiantiles era conocido como Xiblata (flauta). En 1898 se inscribe en el Colegio de Abogados de Palencia e inicia una activísima participación en la vida cultural local, haciéndose socio del Ateneo y también del Ateneo de Madrid. Se casa en 1900 y cinco años más tarde nace su hijo Juan Manuel. Durante todo este período colabora en prensa, escribe ensayos de corte sociológico e histórico, edita una publicación cultural semanal ( Revista Castellana ) y hasta fue mantenedor de los Juegos Florales de León en 1912. Diputado a Cortes por el distrito de Carrión de los Condes, en 1922 traslada su despacho a Madrid, plataforma que le sirve para ocupar posteriormente los cargos de gobernador civil de Albacete, Segovia, Santander y Zaragoza. Cinematográfo y escritor Paralelamente a toda esta actividad profesional (fue también director general de Tabacalera, representante estatal de la Sociedad General de Explosivos y fugaz director general de Timbre), se constituyó como un apasionado montañero -fue el segundo en ascender el Espigüete un año después del francés Léon Maury- y gran aficionado a la fotografía y al cine. Escribió muchos relatos de ficción (en gran parte con base autobiográfica) e hizo diversos intentos de publicarlos con todo el cuidado y calidad del mundo, cosa que finalmente no pudo conseguir. Publicó Yosef el santero. Estampas montañesas , Cumbres palentinas y Águilas y pastores ; y ahora, su deseo de editar los relatos con un gran despliegue fotográfico se ha hecho realidad en este volumen que incluye el inédito El misterio de Aguilar más Peñalabra , Hacia Curavacas y El pico Espigüete . Seguidor declarado de clásicos rusos como Tolstoi y Turguéniev, y, por supuesto, de Unamuno, amante del paisaje ya no como trasfondo, sino como elemento dotado de espíritu, o mejor, de elemento donde se funden las almas humanas, también escribió el guión cinematográfico La Romería a la Virgen del Rocío y otras producciones que pueden salir a la luz ahora. Juan Díaz-Caneja murió en Pozo de Urama (Palencia) en 1948. Su hijo Juan Manuel había sido encarcelado por comunista a principios de aquel año.