Felipe Zapico llena de pájaros el centro de Badajoz

Esta es una exposición de pájaros en libertad. Vuelan libres en las fotografías de Felipe Zapico Alonso, un multiinstrumentista cultural que te canta, escribe, retrata o te recorta. Amante del arte efímero, este Deicida, por aquello de su tránsito por la música leonesa de los 80 y 90, a veces se deja engatusar por proyectos que le emocionan y así aparece en Negativo, un festival de nuevo cuño que se celebra en Badajoz, su lugar de residencia y trabajo como profesor universitario. Así, el leonés aporta su obra en forma de photobook efímero callejero por el casco antiguo de la ciudad titulado Bandada . El festival está patrocinado por Fundación CB, y cuenta con la colaboración de diferentes empresas e instituciones.

Así, ese matiz de efímero, en donde el futuro es el recuerdo, proponiendo siempre el y a otra cosa , que parece una seña de identidad de Zapico, tiene el mismo peso que esa constante del artista cuando retrata la Naturaleza viva, en este caso con el título de Bandada . Así, Felipe Zapico explica que «es parte fundamental de la obsesión por las aves en el sentido más amplio posible y desde cualquier punto de vista imaginable, e inimaginable. Bandada está formado por bandadas al vuelo, aves posadas en el suelo, ramas, cables, piedras, tejados; aves pintadas, aves troqueladas, diseñadas en vehículos. Bandada se me aparece en los campos, lagunas, playas, estuarios, calles, callejones, avenidas, polígonos, arrozales, barbechos, cada día más, cada día mejor. Bandada se transformará cada día por las clemencias o inclemencias del tiempo; por las acciones de otros; por su deterioro de cada día. Bandada cambiará, no sabemos cuánto ni cuando, pero será diferente. La calle es mi sitio, y el de Bandada sin duda. Será efímero, será callejero, será», relata y deja claro también que una vez puesto en marcha este proyecto, es difícil que algún día se detenga porque siempre habrá días distintos y pájaros diferentes. Así, por las calles del casco histórico de Badajoz, los pájaros que habitan son ahora los de Zapico. «Paseo por el mundo mirando y esa mirada trato de optimizarla tirando fotos de casi todo lo que veo, todo lo que miro, lo que observo y por supuesto lo que admiro», explica el autor como declaración de intenciones de alguien que tal vez cuando se bajó del escenario de aquel exitoso grupo no sabía que no se terminaba nada sino que lo que empezaba era otra forma de crear.