Piden que el archivo de los Condes de Luna sea BIC para evitar su traslado

Evitar que las excepcionales colecciones artísticas atesoradas por Caja León y sus firmas herederas puedan llegar a disgregarse o salir de la provincia es el motivo que ha impulsado a UPL a solicitar la declaración de Bien de Interés Cultural para, al menos y en primer lugar, el archivo de los Condes de Luna-Quiñones, un conjunto de documentos de vital importancia para la historia leonesa.

Mostrando la «gran preocupación» del partido ante la posible nacionalización de la Caja —«en primer lugar, por lo que ello puede representar para sus trabajadores»—, los leonesistas manifestaron en una nota que también llevan tiempo manifestando su interés por el futuro de su Obra Cultural, sobre todo teniendo en cuenta «el gran patrimonio que Caja España ha ido atesorando durante cerca de un siglo, fundamentalmente con el dinero de los leoneses».

Además, recordaron que en noviembre de 2011 las Cortes autonómicas habían aprobado por unanimidad una petición del Grupo Mixto para que se inventariasen, tal y como manda la ley de Patrimonio Histórico, los bienes documentales y artísticos de las Cajas «como primera medida para la inclusión de aquellos más relevantes en el inventario de patrimonio mueble protegido». El procurador Alejandro Valderas aseguraba a este periódico que la posibilidad de que los bienes artísticos de las Cajas «se trasladen sin control, se vendan, se hipotequen o incluso se pierdan, está en el horizonte». Y recordó que, por ello, el pasado 5 de diciembre ya presentaron una primera propuesta de declaración de BIC para la colección etnográfica de Caja Zamora, hoy radicada en el Museo Etnográfico de Castilla y León con sede en la capital zamorana. Declaración que, en este y otros casos, «entorpecería cualquier eventual traslado, venta o similar por parte de los hipotéticos nuevos dueños de la Caja, reconvertida en un banco, o la eventualidad de su venta o traslado tras el proceso de nacionalización. Asimismo, obligaría a poner al día la situación jurídica de la propiedad de la colección, muy desfigurada por los continuos cambios de la legislación bancaria», continuó el también historiador y archivero.

Para Valderas, los cambios recientes en la Obra Cultural, «así como la jubilación del director del Centro de Documentación y el complejo proceso de fusiones y nacionalizaciones, justifica la petición de BIC» para el archivo de los Condes de Luna. De hecho, este fondo siempre ha sido de acceso muy reservado, hasta el punto de que el Ministerio de Cultura lo microfilmó hace treinta años con objeto de hacerlo más accesible (de hecho, nunca ha sido expuesto al público como tal). Actualmente, las copias están conservadas en el Archivo Histórico Nacional. «Realmente sólo les falta recuperar los originales, lo cual desde el punto de vista legal sería perfectamente posible si estuviéramos hablando de un banco nacionalizado», apuntó.