Diario de León

Obituario

La primera batería de José Carlos Rodríguez deja de sonar

El músico, integrante histórico de bandas como Los Calores, o El Método Le Brun junto a Fernando Ampudia, fallece hoy martes a los 55 años
 

José Carlos Rodríguez, Fernando Ampudia, Héctor Rodríguez y Juan Carlos Orejas, Los Calores. DL

José Carlos Rodríguez, Fernando Ampudia, Héctor Rodríguez y Juan Carlos Orejas, Los Calores. DL

León

Creado:

Actualizado:

Aparecieron en la escena leonesa Los Calores como un soplo de aire irónico. Con este frío. Se llamarían así pero destilaban frescura. Un calor que no adormecía. Buenos tipos e irreverentes. En una ciudad tan llamada a lo pesadamente solemne, había entonces un grupo inclasificable, divertido, como si llevara impuesto en su lema la libertad de cargos de todo lo que tuviera que ver con el rock leonés a lo sota, caballo y rey. Y soso. Los Calores inquietaban a los clásicos porque sin presumir tenían talento . Entre ellos, a la batería, estaba José Carlos Rodríguez , ocupando su papel en ese verso libre que eran Los Calores. Hoy falleció . Dejaron una historia divertida, pero la vida dicta lo que quiere y Jose El Leño , como le recuerda Karlos Karton , de, paradojas de la vida, Los Restos del Naufragio , grupo de nuevo cuño que este sábado dio su primer concierto, pone el acento de la tristeza. José Carlos Rodríguez falleció a los 55 años a causa de un tumor fulminante que en meses acabó con todo.

De familia ferroviaria , algo tan leonés, resulta que influyente en su carrera. Porque su hermana Luzdivina, una de las primeras mujer jefa de estación, con su primer sueldo le regaló a José Carlos su primera batería .

José Carlos Rodríguez. DL

José Carlos Rodríguez. DL

Para hablar de José Carlos Rodríguez también hay que referirse a un músico de carácter autodidacta, condición que casa bien en aquellos finales 80 y primeros 90 en donde como no se sabía nada se hacía de todo. Fernando Ampudi a, Juan Carlos Orejas y Héctor Rodríguez eran el resto de la propuesta escénica. Pero, aunque ni eran la Velvet, ni tenían a Nico o a Warhol, ni falta que les hacía, tenían a Ernesto Rodera a las letras. Sin premeditación su alevosía era un repertorio corto en tiempo pero inmenso en las historias que contaban.

Los tiempos llevaron a José Carlos Rodríguez a otras aventuras vitales y musicales. Pero aquel comienzo calorífico, claro, quedó marcado para la historia musical leonesa, que, aunque no venga a cuento, como siempre, a Los Calores les puso el frío y poca justicia hizo.

Rodríguez también fue técnico de sonido . Y, ante todo, una de esas caras amables, sonrientes y acogedoras que surgen en la escena musical leonesa desde que Los Cardíacos marcaron el ritmo de Salid de noche . Con Fernando Ampudia inició aventuras de enjundia, porque la frivolidad aparente inicial se convirtió en afán por evolucionar. De esos proyectos queda lo que hizo en Método Le Brun o The Ambulantes , por ejemplo. Le recuerdan con cariño hoy Manolo Positivo , Toño Capricho , Víctor M. Díez y demás artífices de aquellos tiempos heroicos de León.

Como el tiempo arrasa con todo, queda lo inservible como el mejor de los recuerdos. Y Fernando Ampudia, artista cuidadoso, rescata aquí imágenes del tiempo que no vendrá. Y menos ahora que José Carlos Rodríguez se va de León para siempre. Aunque deja las canciones imborrables en memorias extrañas de Los Calores. Arriba y abajo por San Mamés...,cantaban. Dios, qué tiempos. 

tracking