El Purple mejora cifras en el Palacio de Exposiciones

Puede que al Festival Internacional Purple Weekend de León ,el Palacio de Exposiciones todavía le quede grande, pero este sábado el antiguo escenario CHF le hubiera resultado demasiado pequeño. Según la organización, más de 10.000 espectadores, según ese sistema de recuento por días y eventos que hacen este tipo de festivales (es decir, que suman día a día), habrían pasado por el Purple Weekend. Incluso, sin tener los datos concretos y oficiales, tanto Miguel Borraz como Constan Chao, directores del festival, coincidieron ayer en cifras cercanas a 12.000 espectadores. Entre otros datos, a falta de cuál sería la cantidad de abonos vendidos, el Glam registró llenos en uno de sus conciertos correspondientes, así como este pasado sábado en el Espacio Vías cuando en las sesiones de tarde se colgó el cartel de no hay billetes.

En cuando al escenario grande en el Palacio de Exposiciones, los organizadores del Purple indicaron que la cantidad de público que asistió ayer a dos conciertos que quedarán para la historia, como fueron los de Peter Perret y Hoodoo Gurus, respectivamente, se acercó a los 1.500 espectadores, por lo que, sea una cantidad mayor o menor, en cuanto a éxito o no, hubiera sido inviable en el CHF.  

Pero en el Purple la cantidad no está reñida con la calidad o el detalle, y por eso es igual de importante que subsista en el programa el tradicional mercadillo, que contó con el mayor número de puestos de discos de los últimos años, además de dar la posiblidad a los visitantes de adquirir ropa y accesorios de época.  

Además, dentro de la iniciativa The Kids are Allrigth , basada en actividades dirigidas a toda la familia, en especial, a los niños, se celebró, también en Espacio Vías y con una gran afluencia de público, el cuentacuentos Sintoniza los 60 , a cargo de la compañía Titiricuento.  

Los más pequeños tuvieron de nuevo una cita con los años 60, gracias al cuentacuentos Little Niño descubre a... David Bowie , y el resto de actividades incluidas en The Kids are Allrigth .  

Se pretendió ofrecer servicio de guardería pero no se realizaron las suficientes solicitudes para su puesta en marcha.  

Y aunque desapareció el siempre bien recibido y seguido desfile de moda, se mantuvo la tradicional Scooter Run. El sonido inconfundible de los motores de las Vespas y Lambrettas anunció, de nuevo, que una legión de amantes del Purple Weekend, a lomos de sus motos y llegados desde diferentes puntos de la geografía española, volvían a recorrer las calles de la capital leonesa.  

En definitiva, buenas noticias generales en torno a un Purple Weekend que está hecho a prueba de gafes y que posiblemente ya calibre cuál es el espacio que necesita para que su dimensión encaje en las noches grandes.