Diario de León

CULTURA

Dos quijotes leoneses reescriben a Cervantes

El editor Jesús Egido y el dibujante Martín se asocian en una arriesgada versión de la obra cumbre de la literatura. Para Jesús Egido su máxima aspiración como editor era publicar ‘El Quijote’. El ilustrador Martín no quería ni oír hablar del hidalgo cervantino. Finalmente se aliaron con Emilio Pascual y Pollux Hernúñez en una aventura caballeresca de mil páginas y 150 ilustraciones

Ilustración del Quijote realizada por Martín y editada por Jesús Egido

Ilustración del Quijote realizada por Martín y editada por Jesús Egido

León

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En un lugar de Madrid... dos ‘quijotes’ leoneses se lanzan a una gran aventura caballeresca: hacer una edición impecable de la obra cumbre de la literatura española. El editor Jesús Egido, responsable de Reino de Cordelia, buscaba la ‘inexistente’ edición príncipe de Don Quijote de La Mancha —algunos expertos consideran que la primera edición impresa fue la de Juan Cuesta en 1605 y otros que hubo varias simultáneamente—. Y ello sin contar que las impresiones originales presentan alteraciones en el texto de unos ejemplares a otros. Incluso Cervantes aparece escrito en algunos con ‘b’. Tras meses de luchar contra molinos de viento a Egido, consciente de las dificultades de elegir la mejor de las innumerables versiones del clásico cervantino, se le cruzó en su búsqueda el también editor, bibliófilo y escritor Emilio Pascual, autor del premiado libro Días de Reyes Magos, que le valió en 1999 el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. A ellos se unió en esta batalla el salmantino Pollux Hernúñez, doctor en Filología Clásica por la Sorbona y hasta 2011 lingüista responsable de la calidad de la traducción española en la Comisión Europea de Bruselas. Pascual y Hernúñez se hicieron cargo de la edición y del prólogo. Restaba encontrar al ilustrador.

«Todo el mundo está preparando una edición del Quijote este año. Es una locura», dice Egido. Hasta el escritor leonés Andrés Trapiello, autor de Las vidas de Miguel de Cervantes: una biografía distinta, Al morir Don Quijote y El final de Sancho y otras suertes, se ha enrolado en una ‘traducción’ al castellano actual de las aventuras de Alonso Quijano.

Este año se cumple el 400 aniversario de la edición de la segunda parte de El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, declarado Acontecimiento de Excepcional Interés Público, que ha coincidido con el supuesto hallazgo de los restos de Miguel de Cervantes en la iglesia madrileña de las Trinitarias, lo que ha relanzado el interés tanto por el escritor, fallecido hace 399 años, como por su obra.

El editor leonés, por el contrario, quiere ser fiel al texto original. El otro Quijote de esta aventura es el dibujante Miguel Ángel Martín, único español que ganó el Yellow Kid —considerado el Oscar de la historieta— y vetado en Italia por sus sangrientos personajes.

Martín se resistió inicialmente a ilustrar al caballero andante. «Tuve que insistirle para que se leyera el Quijote. Después, acabó cogiéndole gusto y lo releyó otras dos veces», cuenta Egido.

El Quijote que prepara Reino de Cordelia tendrá dos tomos de 500 páginas cada uno —al precio de 56,68 euros—. El primero ya está «muy avanzado» y previsiblemente verá la luz en otoño. Cuenta Egido que a Martín le ‘enganchó’ tanto el proyecto que acabó haciendo dos ilustraciones por capítulo. Al final, la edición completa incluirá unas 150 ilustraciones.

¿Cuál es la principal aportación de esta versión leonesa del Quijote? «Nadie ignora que fue un libro muy mal compuesto y, como apenas hay libro sin errata, algunas han seguido arrastrándose aun en las ediciones más esmeradas». La de Reino de Cordelia «revisa minuciosamente la obra a la vista de las primeras ediciones y de las más solventes hasta la fecha, para ofrecer el texto más fiable posible, enriquecido con nuevas enmiendas».

Lo difícil era ser fiel a los primeros textos y no caer en mil anotaciones a pie de página que lo habrían convertido en «una edición para pedantes».

Así es como decidieron emplear un sistema localizador de citas «que evita estar remitiéndose siempre a una edición determinada, para identificar las más breves, que paradójicamente suelen ser las más usadas. Los criterios de edición y anotación son lo suficientemente claros y precisos para que no se pierda nada de lo esencial, sin por ello abrumar al lector».

Y, sin duda, la gran aportación de este ‘Quijote leonés’ es la parte gráfica. La mayoría de las 150 ilustraciones son a página completa e incluso a doble página, lo que constituye toda una proeza artística y un reto editorial. Martín ha sido un revolucionario y un provocador que cambió la forma de hacer cómic en este país. Su personaje Brian the Brain, un niño con el cerebro a la vista y poderes telequinésicos, que marcó a toda una generación de lectores, desaparecía el año pasado definitivamente en Out of my Brain. Viaje sin retorno, quizá porque su creador se había embarcado en otro viaje sin retorno. En una entrevista el dibujante leonés explicaba que iba a dar un enfoque «sicotrónico» a sus ilustraciones para un Quijote que da por hecho que no dejará indiferente a nadie.

Egido, que abandonó el periodismo por los libros, confesó cuando inició su aventura editorial: «No me quiero arruinar antes de publicar un buen Quijote». Y es que para todo editor que se precie publicar las aventuras del hidalgo que fabuló Cervantes es el ‘Santo Grial’. Si Cervantes era judío y de origen leonés, como defiende el escritor Santiago Trancón, es otra historia...

El ilustrador Miguel Ángel Martín y el editor Jesús Egido. Foto: Raquel P. Vieco

Ilustraciones del Quijote hechas por Martín

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