Las otras vidas cruzadas de Quique González

Quique González logró que una canción suya se convirtiera en himno en la voz de Enrique Urquijo. Aunque tú no lo sepas es un tema tan bueno que parecía imprescindible en el repertorio del creador de Déjame . Ese hito funcionó en pequeños locales y ya se hablaba de un compositor rock que combinaba influencias americanas con cierto tono de cantautor. Salitre 48 , Pájaros mojados o Kamikazes enamorados no hicieron sino consolidar una brillante irrupción que después con Delantera mítica o Me mata si me necesitas lo situó ya entre los elegidos de la escena española. Así, de repente la promesa fue una realidad de más de veinte años de carretera siempre dispuesta a encontrar buenos giros creativos. Puede que de esta manera llegue a este Palabras vividas , que hoy se verá en directo en el Auditorio (21.00 horas) y que constituye un espectáculo completo con Quique González con toda la carne en el asador, lo que en él es una garantía total.

Los poemas los pone Luis García Montero, y González se sale así de su zona de letrista para componer un repertorio que lejos de quedarse en invento discográfico es ya una gira que quedará siempre en el recuerdo.

Si cuando presentaron el proyecto los elogios evidentes quedaron de manifiesto entre ambos, el llevar el peso del directo por parte del autor de canciones fundamentales como Vidas cruzadas es una demostración de su compromiso con su carrera musical.

Y es también tal vez descruzar la circunstancia de que esa canción suceso que fue Aunque tú no lo sepas era la unión inicial del poeta y el músico, ya que el primero es el autor del poema del mismo título.

Hace días, en el Price de Madrid, Quique González se reencontró con su ciudad, llenando y dejando tras de sí el rastro del músico que tiende a lo atemporal. O como un Neil Young local o mejor al margen de etiquetas de alguien que no se prodiga mucho por el Foro, que seguro que le gustaría más.

Y en plazas como León, hoy la oportunidad es doble, porque aunque el concierto tenga carga temática, el escenario siempre es un lugar en el que este artista tímido se convierte en un intérprete de alta sensibilidad. Aunque está claro que nunca rehuirá la vertiente rocanrolera, esa que se aprende en la calle.