Diario de León

Reabrir el Emperador sólo costaría tres millones de euros

Amigos de los Teatros le hace los deberes al Ayuntamiento y al Ministerio de Cultura con un proyecto que incluye la restauración y la gestión del edificio

Imagen de archivo del vestíbulo del Teatro Emperador, que lleva cerrado desde 2006. RAMIRO

Imagen de archivo del vestíbulo del Teatro Emperador, que lleva cerrado desde 2006. RAMIRO

León

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Lo más destacado que ha hecho el Ministerio de Cultura en los últimos tiempos por el Teatro Emperador ha sido una ‘visita secreta’. Es el titular del inmueble y quería asegurarse de que el interior no es una ruina. Por fortuna, aparte de polvo, no sufre daños irreparables.

En diecisiete años, desde que el teatro bajó el telón, tres presidentes del Gobierno (Zapatero, Rajoy y Sánchez) y cuatro alcaldes —Emilio Gutiérrez y Antonio Silván (del PP) y Francisco Fernández y José Antonio Diez (del PSOE)— han sido incapaces de reabrirlo. Los regidores siempre han mostrado interés en que el Emperador sea municipal, pero lo querían completamente rehabilitado y nunca desvelaron cómo iban a mantenerlo ni qué cuantía destinarían para la programación cultural.

La Asociación Nacional de Amigos de los Teatros Históricos de España (Amithe) y la asociación Amigos del Teatro Emperador les han hecho los deberes. El arquitecto de Amithe es el leonés Alejandro Conty; y Goyo Álvarez Barriales es el portavoz de la plataforma que recogió firmas y convocó una protesta a las puertas del Emperador hace un año. Han visitado ministerios —los de Cultura y Fomento— y han averiguado que no hay ninguna partida ni proyecto para el Emperador.

Amithe ha elaborado un estudio sobre la situación del edificio, costes de la restauración y soluciones para su gestión, bajo el título Teatro Emperador de León. Un teatro con futuro. En este informe se explica que con 3.084.383 euros, y no los 7,5 millones que calculó hace años el ministerio, es posible reparar y modernizar el interior del edificio inaugurado en 1951, diseñado por Manuel y Gonzalo de Cárdenas y Francisco J. Sanz.

La reforma en cifras

Proponen dejar clausurado el anfiteatro segundo, que se cerró mucho antes que el teatro por motivos de seguridad y adecuar el patio de butacas y el anfiteatro primero, reduciendo las localidades (sin contar los palcos) de 1.173 a 788.

Explican que un teatro «puede autofinanciarse si supera las 600 localidades, y éste es el listón habitual exigido por las compañías y productoras para ser programados en régimen de taquilla». Reconocen que el escenario es pequeño (13 metros de ancho por 11 de fondo), pero «el solar sobre el que se edificó el teatro no permitió dotar al escenario de medidas superiores». Como no hay ningún espacio exterior para programar ciertas actividades escénicas, la solución pasaría por peatonalizar la calle posterior (Puerta de la Reina), lo y permitiría aumentar el fondo del escenario con una caja saliente y disponer de un espacio de transición entre dos importantes equipamientos artísticos, el Emperador y el Instituto Leonés de Cultura (ILC).

La restauración que proponen incluye la cubierta de la sala, aislamiento térmico y acústico, supresión de barreras arquitectónicas, adecuación de baños y camerinos, instalación de ascensores, intervención sobre el foso de músicos, renovación de las instalaciones (extinción de incendios, electricidad, iluminación, megafonía, ventilación y climatización), reparación o sustitución de mobiliario, suelos, telas y cortinas y carpintería. En total, 2,6 millones, más 402.310 euros para gastos como estudios previos, redacción del proyecto, equipamiento escénico e instalaciones.

La estrategia

Amithe también ha analizado públicos, espectáculos y espacios culturales por habitante disponibles en León capital. Tras la comparación con ciudades similares, concluye que hay un déficit de infraestructuras escénicas y que, aún abriendo el Emperador, el aforo sería de 17,9 localidades por mil habitantes, cuando el óptimo es de 23,7 localidades.

Barriales afirma que para afrontar esta reforma es necesaria la cesión del edificio al Ayuntamiento, algo que al ministerio le quitaría un peso de encima. El segundo paso sería conseguir que la rehabilitación se haga con cargo a los fondos Next Generation de la Unión Europea —el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que cuenta con más de 140.000 millones de euros—. Por último, decidir si la gestión y la programación cultural se hace de forma público-privada o se deja en manos privadas. Ya han contactado con una compañía que lleva la explotación de tres teatros y ha producido más de 400 espectáculos. «Su respuesta es que el proyecto es viable», según Barriales.

Amigos del Teatro Emperador espera un posicionamiento claro de todos los partidos antes de las elecciones municipales.

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