Un retrato vivo del paisaje americano

marcelino cuevas | león

El artista leonés Félix de la Concha se ha especializado, dicen los expertos, en los retratos. De la Concha ha pintado a cientos de personas y personajes, pero también ejerce como retratista de paisajes, especialmente de entornos urbanos de España o los Estados Unidos, que son los lugares donde más tiempo ha residido. La pintura de este peculiar artista es casi automática, se enfrenta con prisa a sus motivos y, milagrosamente, consigue realizar unos retratos llenos de perfección… y de enorme espontaneidad. En la serie que puede admirarse en su exposición de la galería de arte Ármaga, ha pintado rincones semiurbanos, rincones casi abandonados del campo americano. La primera impresión que se recibe contemplando estas obras es que el pintor ha querido enviar un mensaje sobre la naturaleza renacida. Viejos coches abandonados y casi destrozados son engullidos por una lujuriosa vegetación tremendamente verde. La chatarra se ve rodeada, atrapada y superada por una naturaleza que pervive a pesar de los ataques que recibe desde siempre por parte de los humanos.

Y aparecen casas sencillas milagrosamente blancas, y recónditos fragmentos de vías férreas, y gasolineras que son como monumentos a una modernidad que se resiste a morir. Y más coches, muchos vehículos a punto de perecer definitivamente bajo el poder del óxido. Sobre estas pinturas dice Martín López-Verga: «La forma que tiene Félix de la Concha de volver sospechoso un objeto, una papelera por ejemplo, o un rincón retratado en momentos diferentes en estaciones distintas, con y sin nieve, con y sin clima. O bien desde ángulos distintos, como si nos estuviera avisando de que cada detalle importa y no podemos hacernos una composición de lugar con aspiraciones de exactitud hasta que hayamos visto cada milímetro, cada detalle de esa escena». De la Concha es uno de los artistas leoneses más completos y sugerentes de este momento. Un pintor que, además de contar muchas cosas en sus cuadros, también demuestra en cada uno de ellos su enorme maestría como pintor. Made in USA es una de las más grandes exposiciones de cuantas este año se han colgado en León, en este caso se repite aquello de «los últimos serán los primeros» o casi.