Diario de León

Sahagún enseña cómo torturaban en la Edad Media

Crimen y castigo. Durante la Edad Media se diseñaron gran variedad de armas de combate y un incontable muestrario de herramientas de tortura —en esto la Inquisición fue una experta—. 

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León

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Está considerada la ‘edad de oro’ de las torturas. La iglesia de La Peregrina muestra cómo se combatía y atormentaba, en cuerpo y alma, a los enemigos en la Edad Media .

Con el sugestivo título de Dominus belli (señor de la guerra), la exposición, comisariada por José Manuel Ramos Alonso, más conocido como Crispín d’Olot, reúne un centenar de objetos. Réplicas y piezas originales coleccionadas durante más de dos décadas por este juglar y difusor de la literatura medieval.

Los artilugios, colocadas en el claustro y en la Biblioteca de La Peregrina —que el año pasado fue una de las dos sedes de Las Edades del Hombre en Sahagún—, están agrupados en dos bloques. Por un lado, armas medievales; y, por otro, instrumentos de tortura. Un viaje al armamento de la época y a los métodos favoritos de la Inquisición.

Hay desde armaduras a cotas de malla, cascos, espadas o dagas orientales. Las piezas más antiguas —explica el comisario— son dos caltrops, abrojos con forma de estrella con púas o cuchillas que se diseminaban por el terreno para dificultar el paso al enemigo y, especialmente, a las caballerías y carruajes.

Son del siglo XIV y aparecieron en una excavación arqueológica en Gran Bretaña. Crispín d’Olot los adquirió en un anticuario en Londres. También se incluyen reproducciones de códices iluminados, como el Beato de Sahagún, donde aparecen alabarderos, arqueros y escenas bélicas o de asedio.

Cuando se mecanizó la tortura

La exposición, que permanecerá abierta hasta el 19 de marzo, tiene un espacio dedicado a los prisioneros de guerra. «La otra cara de la batalla», asegura el comisario de Dominus belli. Hay cepos, grilletes, tenazas, ganchos... y otras herramientas para inmovilizar y hacer hablar al enemigo.

La Edad Media fue una fábrica de diseñar herramientas para castigar a los ‘rebeldes’. Maquinaria de pánico se la ha llamado. Desde el aplastacabezas al potro de tortura, los látigos, el trono o el garrote vil. Técnicas escalofriantes para desgarrar, cortar, quemar, ahogar o descuartizar; sin sutilezas.

Es la primera vez que el juglar leonés enseña su colección al público. La exposición se puede visitar de lunes a domingo, de 9.30 a 14.00 y de 16.00 a 19.00 horas; y el precio de la entrada es de 3 euros.

Crispín d’Olot prepara actualmente otra exposición para el Gobierno de Cantabria con motivo del Año Jubilar Lebaniego. Esta muestra, que abrirá sus puertas en abril, se podrá ver en Santander, en Potes y en Torrelavega y —aún por confirmar—, quizá también en Santiago de Compostela. Bajo el título Del pigmento a la piedra, reunirá algunos de los objetos de Dominus belli que se exhiben en Sahagún, así como las primeras representaciones del apóstol Santiago.

La más antigua conocida aparece en el Beato de Gerona, que contiene iluminaciones de la monja leonesa Ende, considerada la primera artista femenina en la Península Ibérica y una de las primeras en Europa de la que se tiene registro.

El relato de la exposición concluye en el Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago. Crispín d’Olot adelanta que la muestra contará con instrumentos musicales medievales —él también tiene una colección—, así como armas e indumentaria de la época. «Además de piezas, aportaré el discurso medular de la exposición y la producción», explica.

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