Diario de León

Los secretos y aventuras sexuales de los reyes, de Rodrigo a Alfonso XIII

La periodista Marta Robles desvela los amores de la realeza en ‘Pasiones carnales’

Marta Robles. ALBERTO MORANTE

Marta Robles. ALBERTO MORANTE

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De reyes adictos al sexo a otros más castos, la trastienda de la historia demuestra que «las pasiones mueven el mundo», asegura la escritora y periodista Marta Robles, que entra en su nuevo libro en los amores carnales de los monarcas españoles que cambiaron el devenir de los acontecimientos.

Como una «locura» ha descrito Marta Robles en una entrevista con Efe la labor de investigación que ha llevado a cabo para escribir Pasiones carnales. Los amores de los reyes que cambiaron la Historia de España (Espasa), un ensayo con alguna parte novelada en la que cuenta aventuras amorosas y sexuales de los monarcas: desde Rodrigo, el último rey visigodo, a Alfonso XIII.

Aunque los arrebatos carnales y el amor son los que más igualan a los seres humanos de toda condición, «los poderosos se sienten muy distintos a los demás y, una vez que llegan al poder, creen que tienen no solo la capacidad sino el derecho de dar rienda suelta a sus pasiones carnales», asegura la escritora.

Y algunas de esas pasiones mal llevadas influyeron en el devenir de la historia, como ocurrió, por ejemplo, con el último rey visigodo, don Rodrigo, que llegó a violar en su palacio a Florinda, la hija del conde de Ceuta, por lo que la ayuda que este prestó a los musulmanes para entrar en la Hispania visigoda pudo deberse a una venganza.

También fue decisivo el caso de Leonor de Guzmán, amante del rey Alfonso XI durante 23 años, considerada como la reina, mientras la verdadera, María de Portugal, se tragaba su orgullo con su hijo, Pedro I el Cruel, quien también hizo gala de una gran incontinencia sexual.

Pero Pedro fue asesinado por su hermanastro, hijo de Leonor, y este accedió al trono dando paso a una de las dinastías más importantes de España, la Trastámara.

Entre los más castos figura Alfonso II, quien -explica Marta Robles- no tuvo ninguna relación sexual, ni siquiera cuando se casó, lo que lleva a pensar que quizá fuera homosexual. «Estuvo en diferentes conventos y al final hizo el voto de castidad y fue un buen rey».

Pero los verdaderamente adictos al sexo fueron Felipe IV y Felipe V. Felipe IV dedicaba la mayor parte de su tiempo y sus esfuerzos a seducir mujeres, mantenía muchas relaciones de pocos días. Felipe V, el primer Borbón, fue también un adicto al sexo y solo dejaba su obsesión cuando estaba en el frente.

«Isabel II sí que hizo lo que le dio la gana con el sexo y tuvo tantos amantes como otros varones reales», explica Marta Robles, que finaliza con Alfonso XIII, el más mujeriego de todos los Borbones.

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