Diario de León

UN ITINERARIO INVISIBLE

No hay señales de la Ruta del Plateresco

La Ruta del Plateresco, que incluye a una decena de localidades del Este de la provincia, sigue sin señalizar y dos de los retablos siguen esperando su turno para ser restaurados.

Letrero artesano en Villaselán para indicar la ruta. DL

Letrero artesano en Villaselán para indicar la ruta. DL

León

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Sin letreros, la Ruta de los Retablos Renacentistas del Este de León es invisible. Algunas localidades llevan dos años pidiendo una señal. El diputado de Turismo, Nicanor Sen Vélez, aseguró ayer que hay ya una partida de 10.000 euros en el presupuesto de este año para colocar cartelería en las diez iglesias de este itinerario que discurre por Vallecillo, Gordaliza del Pino, Sahagún, Joara, Celada de Cea, Valdescapa, Villaselán, Valdavida, Cistierna y Yugueros. Sin embargo, no habrá señalización en los accesos a varias de estas localidades, «porque no hay autorización del ministerio o de la Junta o porque no serían visibles desde la carretera», afirma Sen Vélez. Mientras tanto, los vecinos de Villaselán han construido un letrero artesanal para indicar que el pueblo está en la ruta. Pese a la ausencia de indicadores, el año pasado desfilaron 3.000 personas por este itinerario de retablos del siglo XVI que conquistó el Premio Nacional de Turismo.

En 2018 nació la Ruta del Plateresco , gracias al empeño de los vecinos y alcaldes de estas localidades y dos asociaciones culturales —Fonsagrada (de Valdavida) y Balle de Scapa (de Valdescapa)—. La iniciativa facilitó la restauración de algunas iglesias y retablos y puso en el mapa un conjunto de retablos renacentistas que prácticamente había pasado desapercibido hasta entonces. La celebración de Las Edades del Hombre en Sahagún permitió, de paso, promocionar la ruta del plateresco.

Pendientes de ‘chapa y pintura’

Hay dos retablos que aún no han recibido ‘tratamiento’. Se trata del retablo de la iglesia de los santos Justo y Pastor, en Celada de Cea, que precisa una intervención ingeniosa. La parte central ha sufrido algunas pérdidas, que se han disimulado con un sagrario y esculturas de factura moderna de los santos titulares del templo. También está pendiente el retablo de la iglesia de San Facundo y San Primitivo de Villaselán, así como su artesonado, que requieren una rehabilitación integral.

Lista de espera

Localidades como San Martín de la Cueza y Escobar de Campos quieren entrar en la riuta

Las localidades de San Martín de la Cueza y Escobar de Campos han solicitado sumarse a la ruta de los retablos platerescos, pero nadie ha recogido ‘el guante’. El de Escobar de Campos es una ‘joya’, obra del Maestro de los Santos Juanes, como se conoce a este autor anónimo en el mundo del arte. Un artista que estuvo activo en la diócesis de León entre 1525 y 1550. Partiendo de un estilo deudor de Juan de Flandes y del Maestro de Astorga, incorpora la influencia de Juan de Borgoña y, más tarde, el manierismo de Rafael.

El retablo de San Martín de la Cueza, que estaba en un estado deplorable, porque sufrió un incendio que dejó ‘veladas’ las pinturas, encontró la salvación hace dos años en el Centro de Conservación de Patrimonio de la Diócesis, creado hace quince años en un ala del Seminario Mayor, por donde han pasado otros retablos de la Ruta del Plateresco. Es el caso del de Villaselán, con el que fue preciso hacer filigranas y remendarlo por completo. Mayor reto supuso el de Valdavida.

Tras cinco años de difíciles y azarosos trabajos, el retablo retornó hace dos años a la Iglesia de San Julián y Santa Basilisa. Los santos no tenían rostro, el tiempo había borrando uno a uno los personajes de este retablo, interesante ejemplo de la primera etapa del Renacimiento español. Máximo Gómez Rascón, director de los museos diocesanos y responsable del Centro de Conservación de Patrimonio de la Diócesis, aseguró que «la restauración del retablo de Valdavida ha sido la obra más compleja que ha pasado por el taller, y hemos restaurado decenas de retablos».

En las tablas del retablo de Villacelama no se veía prácticamente nada y, además, estaban desordenadas. Una ardua intervención permitió eliminar suciedad y repintes y sacar a la luz una joya de hace casi 500 años.

La activa asociación cultural Balle de Scapa elaboró al poco tiempo de poner en marcha la Ruta del Plateresco un informe donde detallaba, una por una, las ‘lesiones’ que sufrían los retablos de las diez iglesias.

La ‘memoria de desperfectos’ fue enviada a la Consejería de Cultura. Muchos aún no se han subsanado, pero dentro de la Ruta del Plateresco intuyen que tienen más probabilidades de recibir atención de las instituciones. De ahí que otras localidades estén en una ficticia ‘lista de espera’ para ingresar en un itinerario que se promociona en ferias como Fitur. Todas estas localidades de la España vacía han visto una pequeña oportunidad de atraer turismo con la Ruta de los Retablos.

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