Diario de León

Sierra Pambley reabre con toda la potencia de 134 años

Es una historia de otro tiempo cargada de futuro. La Fundación Sierra Pambley es un regalo para León y quien la visite. Su museo es único. Despues de los meses de pandemia, reabre con todo su pulso cultural y fechas emblemáticas.

Patricia Centeno, ante una mesa de comedor que puede observarse en el museo. RAMIRO

Patricia Centeno, ante una mesa de comedor que puede observarse en el museo. RAMIRO

León

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La Fundación Sierra Pambley es un corazón cultural de libertad y educación a prueba de siglos. Y también de pandemias futuristas como la actual, porque ya recupera el ritmo de actividad habitual como si los sucesos de 134 años de vida, que los ha vivido de todos los colores, atravesando tres siglos ya, no hagan sino reforzar su compromiso y convertirla por derecho en la mejor manifestación de la cultura como algo perenne en toda la provincia. Patricia Centeno, directora de su museo, recordaba esos meses de apagón de toda actividad, ahora que el ritmo vuelve a ser el mismo, siempre desde la prudencia y lo relativo, como una oportunidad. «No paramos. Nos dedicamos a atender detalles que, por una u otra razón, por falta de tiempo, siempre quedaban sin hacer», explica.

Así, se puede ver una de las estancias en las que hay una mesa lista para una comida o cena que es uno de esos detalles que quedaban postergados. Igualmente, se han incorporado objetos que esperaban su oportunidad para formar parte de esta exposición permanente que es, como no podía ser menos en la Fundación Sierra Pambley, un libro abierto que narra una vida, una forma de vivir también y toda una explicación estática de la continuidad de la cultura.

Y todo lleva a pensar, a quien conozca su historia o al que quiera conocerla, que vaya si cuajó la idea de Francisco Fernández Blanco de Sierra-Pambley, Gumersindo de Azcárate y Manuel Bartolomé Cossío, junto a las ideas de Francisco Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza. Así, cuando Centeno explica ese leit motive de la fundación queda claro que también en el tiempo actual, para formar parte de la misma hay que tener grabado a fuego el compromiso. «Hay veces que en determinados momentos, cuando explico lo que es la fundación, y cual es su origen y por qué, me resulta emocionante», dice, y corrobora ese pulso cultural que se siente al entrar en Sierra Pambley en alguien que lleva ya once años trabajando en la fundación pero que mantiene intacta la ilusión por su labor.

El museo, esa casa imponente que refleja costumbres, la impronta social y cultural de la época o los avances, cumple ahora 15 años de vida, junto a la sala Cossío, que, además, se suman al centenario en diciembre de la Biblioteca.

Las colecciones propias son otro de los bagajes que han sido revisados estos meses junto a colaboraciones con otras entidades e instituciones, como, por ejemplo, el Musac o Las Edades del Hombre. De hecho, una de las grandes obras flamencas propiedad de la fundación está ahora en San Tirso, en Sahagún, como una de las sedes de Las Edades del Hombre.

Ahora toca reiniciar todo un mundo que es Sierra Pambley. Controlar aforos, acceso previa solicitud por la web o por teléfono. Como el sentido común parece ser la máxima, será un buen ejemplo de la recuperación. Y aunque pueda parecer que el tiempo se detiene en la Fundación Sierra Pambley lo que está claro que no se para es ese corazón que bombea cultura.

Y será pasado, pero por sus ventanas se ve el futuro por donde entran los aires de modernidad y la cultura como bandera. Visita obligada.

El ámbito educativo, clave en la fundación, está presente en el museo. RAMIRO

Las estancias conservadas de la casa trasladan al visitante al pasado. RAMIRO

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