Diario de León

Arte

La subasta imposible del Zuloaga leonés

Sale nuevamente a la venta el mural de la Catedral por 40.000 euros, un 40% más barato que hace tres años

León

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No ha encontrado comprador después de tres años. El mural de la Catedral de León que Daniel Zuloaga pintó en 1910 para la pescadería Mardomingo sigue en venta.

Inicialmente tenía un precio de 75.000 euros, pero ahora la familia propietaria lo ha rebajado a 40.000 euros, un 40% menos. La obra fue comprada en su día por un arquitecto cuando se desmanteló dicha pescadería.

El célebre ceramista diseñó 963 azulejos para decorar la pescadería Mardomingo, situada en la calle Cardiles, esquina con La Paloma. Uno de los murales, de tres por dos metros, está decorado con una pintura de la Catedral, que se desmontó de la pescadería y se trasladó al citado domicilio particular de un arquitecto en Asturias. Se desconoce el paradero del resto de murales que había en el negocio de Mardomingo. La web todocoleccion.es, que vende el mural, afirma que el de la Catedral está en muy buen estado de conservación, «ha sido desmontado de la pared y guardado pieza por pieza. En uno de los azulejos puede verse la firma del autor». También hay un croquis de colocación para quien lo adquiera. «Únicamente hay diez azulejos rajados; uno de ellos bastante deteriorado». La web destaca la importancia de Zuloaga, un artista formado en la famosa casa Sévres, que «utilizaba técnicas ceramistas antiguas, como la de la cuerda seca».

Azulejos modernistas

Zuloaga puso su toque modernista a la capital leonesa entre 1902 y 1918. Sus azulejos decoraron desde la casa de Fernando Merino, en la calle Sierra-Pambley, a un altar en la iglesia de San Francisco de la Vega, los bancos y la fuente de la plaza de la Catedral o los rótulos de la fábrica Santa Teresa, encargados por los hermanos Pablos.

Mardomingo era un próspero comerciante leonés, no sólo propietario de una elegante pescadería en el casco antiguo, sino un hombre de negocios «conocido en todos los ambientes financieros», como destaca un artículo de este periódico de principios de siglo. Mardomingo quiso dotar a León de un establecimiento modelo. Ya por entonces Zuloaga era requerido por numerosos arquitectos.

El ceramista, tío del pintor Ignacio Zuloaga, ‘colaboró’ en los dos edificios que Gaudí diseñó en esta provincia: suyo es el rótulo de la fábrica de tejidos de Fernández Rius, en el edificio de Botines; y también decoró en 1913 la capilla del Palacio Episcopal de Astorga.

Zuloaga, cuyas obras decoran desde el Palacio de Velázquez, el Palacio de Cristal del Retiro y el Hospital de Maudes en Madrid, jamás estuvo en León, pero llevó a cabo numerosas obras en esta provincia a comienzos del siglo XX, en parte por su buena relación con el arquitecto Torbado, autor de muchos de los bocetos que luego el ceramista convertiría en azulejos.

Los bancos y la fuente diseñados por Zuloaga para la plaza de la Catedral desataron una encendida polémica en la ciudad en aquel momento. Aunque algunos intentaron apaciguar los ánimos augurando que no durarían mucho tiempo. En los bancos se ‘repiten’ escenas como la plaza del Grano, el consistorio viejo de la Plaza de San Marcelo, la torre de la colegiata de San Isidoro, la Catedral vista desde todas sus fachadas o el viejo santuario de la Virgen del Camino. Algunas de estas obras ya se han perdido.

En el número 6 de la calle Ancha también dejo Zuloaga su huella en forma de espléndidos dragones verdes.

Zuloaga, ahora olvidado, fue el primer ceramista español considerado artista, que dejó su impronta en 400 edificios de toda España. El propio Sorolla, admirador de Zuloaga, le compró algunas obras.

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