Diario de León

Un taller romano desmonta el pasado de Marialba

León

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La última excavación llevada a cabo en Marialba de la Ribera podría considerarse un fracaso. Las evidencias desmontan la tesis de que este enclave fue un palacio imperial antes que basílica paleocristiana. Sin embargo, los restos que han salido a la luz son aún más inquietantes. El misterio se mantiene, porque ¿qué pinta un complejo industrial romano a los pies del templo cristiano?

El leonés José Avelino Gutiérrez González, catedrático de Arqueología de la Universidad de Oviedo, lleva una década intentando desentrañar los secretos de un yacimiento donde las piezas no acaban de encajar.  

Gracias a una subvención del Instituto Leonés de Cultura (ILC), el equipo del profesor leonés llevó a cabo en julio prospecciones para intentar probar que el edificio de 23 metros de largo por 14 de ancho se erigió en el siglo IV vinculado a la Legio VII.  

Las dos catas, de 25 metros cuadrados cada una, se han llevado a cabo en el perímetro exterior del templo, donde los sondeos geofísicos efectuados en 2009 ya habían detectado varias construcciones de envergadura en la zona norte del yacimiento. En los dos meses que duraron los trabajos arqueológicos, donde se toparon con vestigios «poco monumentales», parece difuminarse la teoría de que Marialba habría sido un centro de poder de la Legio VII.  

Las excavaciones han desenterrado la «esquina» de una gran área industrial —que podría superar los mil metros cuadrados—, lo cual abre nuevos interrogantes. Han aparecido muros de tapial y suelo empedrado «muy parecidos», según Gutiérrez González, a «las calles de la Legio VII o al vicus de Ad Legionem (en Puente Castro)—. «Son estancias de trabajo, aunque no sabemos de qué tipo, porque la zona excavada es muy pequeña». El arqueólogo no descarta que se trate de una tejera o una alfarería del siglo IV o V. Como curiosidad, también se encontraron una llave romana que mide 30 centímetros.  

El catedrático de la Universidad de Oviedo admite que hay todavía más preguntas que respuestas. «Seguimos sin poder explicar si Marialba fue un enclave aislado o si estaba vinculado a Lancia —donde también hay un edificio basilical y talleres con hornos— y a Ad Legionem. Pero entonces la cuestión es esclarecer si estas zonas industriales abastecían al campamento romano que dio origen a la ciudad de León. «Es un panorama más complejo de lo que pensábamos y está interrelacionado».  

José Avelino Gutiérrez explica que «a veces excavar un yacimiento supone dar un paso atrás y rectificar hipótesis».  

Hace una década, la lectura del subsuelo en un área de 8.000 metros cuadrados descubrió la existencia de grandes construcciones, a unos 200 metros de la basílica. Todo apuntaba entonces que se trataría de edificios notables, en consonancia con la propia basílica. Las dimensiones de este complejo urbano inédito, que se extienden más allá del perímetro de la zona declarada BIC, podrían corresponder a una ‘ciudad’ tardorromana o a un enclave militar, teniendo en cuenta que en la construcción de la basílica se reutilizaron fragmentos de tejas con el sello inconfundible de la Legio VII.  

La nueva excavación para descubrir las funciones de esta zona del yacimiento de Villaturiel, de momento, no ha sido todo lo fructífera que se auguraba. Para descifrar los secretos que aún oculta Marialba será necesaria una nueva campaña de excavaciones y tener más suerte.

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