Diario de León

Adiós al genio de las vanguardias

Los tejados de Villafranca están de luto

La ‘pequeña Compostela’ amaneció ayer consternada por la muerte de su vecino más ilustre

El hijo mayor de Cristóbal Halffter, Alonso, ayer, en los jardines de la fortaleza, en los preparativos para abrir la capilla ardiente. ANA F. BARREDO

El hijo mayor de Cristóbal Halffter, Alonso, ayer, en los jardines de la fortaleza, en los preparativos para abrir la capilla ardiente. ANA F. BARREDO

Ponferrada

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Villafranca amaneció ayer sobrecogida por la muerte de su vecino más ilustre. Halffter acabó varias de sus obras en el imponente castillo que era su casa. El mismo donde ha muerto. Muy cerca del cementerio viejo de la pequeña Compostela donde hoy será enterrado junto a su esposa María Manuela Caro y Carvajal, Marita, que falleció en el año 2017, cerca también del escritor Antonio Pereira.

El canto de los pájaros acompañó ayer desde primera hora al gran compositor. Un coro improvisado que revoloteaba de árbol en árbol en el jardín para decir adiós a quien todas las mañanas abría las ventanas para inspirarse en los pentagramas y que ayer yacía en la capilla ardiente, instalada en una sala recia de la planta baja de uno de los torreones.

Visiblemente emocionado, el alcalde villafranquino, José Manuel Pereira, fue ayer uno de los primeros en llegar nada más abrirse el noble portón de entrada al mediodía. «Villafranca ha perdido no sólo a un vecino sino a una persona muy ligada a nuestra villa. Aquí ha creado muchas de sus obras, y siempre que ha podido nos ha ayudado», se lamentaba.

Su último aliento, desveló el regidor, fue hace unas semanas para intentar que Villafranca acoja Las Edades del Hombre en próximas ediciones. «Me preguntó qué podía hacer para que nos hicieran algo más de caso. Siempre decía: qué puedo hacer», recordaba el alcalde.

Pesar del Ayuntamiento
«Su música y su recuerdo permanecen ya en nuestra memoria como un legado imborrable»

Y es que como decía ayer su hijo mayor a las puertas de la capilla ardiente, Alonso Halffter Caro, «el Bierzo acogió a mi padre». Hasta aquí llegó de la mano de su mujer, cuya muerte nunca superó. «Así nos lo han trasladado y así queremos mantener su nombre, unidos», explicaba mientras comenzaban a llegar coronas de flores que se iban depositando en un mirador del jardín que servía de terraza en las tardes de verano. Cuando Marita y Cristóbal compartían tertulia con amigos en su casa de Villafranca.

El Ayuntamiento de la villa del Burbia calificó ayer a Halffter como una figura «imprescindible, inigualable e irrepetible» para los villafranquinos. «Cristóbal fue también una persona muy querida en Villafranca del Bierzo, localidad que escogió para su residencia habitual. Tanto él como su esposa siempre demostraron una profunda implicación en los eventos culturales de la pequeña Compostela , que ha hecho del arte y la cultura sus señas de identidad. Por este motivo, Halffter fue uno de los primeros galardonados con la Medalla de Oro de la villa, así como protagonista de numerosos homenajes y reconocimientos».

Recordaba el Ayuntamiento en una extensa nota hitos como la organización de los Cursos de Composición y el patrocinio de los ciclos de música clásica «Música en Villafranca» cada verano». «Villafranca —insistía la nota tras decretarse tres días de luto oficial en la villa— siente profunda tristeza al mirar hacia su castillo, donde siempre resonarán los ecos de la música y pervivirá una huella imborrable de cultura y sabiduría. Marita y Cristóbal ya no harán sonar los acordes entre los macizos torreones ni volverán a saludar a sus amigos de siempre por las calles llenas de historia y recuerdos. No obstante, su música y su recuerdo permanecen ya en la memoria de la localidad como un legado imborrable que todos los lugareños y amigos valorarán por siempre».

Funeral
Cristóbal Halffter será enterrado esta tarde en el cementerio viejo junto a su esposa Marita

Cerca de la una de la tarde, algunos vecinos empezaban a acercarse a dar el pésame en un día que había amanecido fresco, algo nublado, como si Villafranca hubiera perdido el brillo de sus tejados de pizarra porque están de luto.

En el jardín del castillo, las sillas estaban ayer vacías, las mismas donde se sentaban mientras cantaban los pájaros. Porque Marita conquistó al gran compositor para que hiciera de Villafranca el lugar para crear. Muchas de sus obras llevan la firma de Villafranca, recordaba, orgulloso, su hijo Alonso. El entierro tendrá lugar hoy a las siete de la tarde, en la Colegiata. En la misa de funeral, según explicó su progenitor, sonarán algunas piezas de su obra religiosa.

El Ayuntamiento de Villafranca tiene la intención de preparar un gran homenaje al compositor nada más que sea posible, según anunció ayer el primer edil.

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