Diario de León

Toño Benavides funde en negro el espíritu kafkiano

El ilustrador leonés traza la relación de Karl Romann y el Fogonero.

Imágenes de las ilustraciones de ‘El Fogonero’, el cuento de Franz Kafka ilustrado por Toño Benavides.

Imágenes de las ilustraciones de ‘El Fogonero’, el cuento de Franz Kafka ilustrado por Toño Benavides.

Publicado por
cristina fanjul | león
León

Creado:

Actualizado:

Lo ilustra el leonés Toño Benavides y está editado por Cálamo. Se trata de la joya literaria ideada por Franz Kafka El fogonero , que apareció como libro independiente en mayo de 1913, y terminó por ser el primer capítulo de América, inacabada y póstuma novela del ator checo.

«Para mí fue un encargo directo de José Ángel Zapatero, de Editorial Cálamo. Había visto trabajos míos con Rey Lear y Reino de Cordelia y pensaba que ese estilo encajaba perfectamente con Kafka», subraya el ilustrador, que asegura haber disfrutado de manera especial con este libro. «Hubiera deseado no terminar ahí y seguir con la novela entera. Quizá sea posible en el futuro», reflexiona.

Toño Benavides sostiene que en El Fogonero Kafka describe una situación aparentemente anecdótica e inocua, y lo hace «con la deliberada y fría distancia notarial de la simple mención de los hechos». Sin embargo, y como recuerda el ilustrador, todo transcurre dentro de su característica atmósfera opresiva, «con esa fatalidad insalvable a la que están sometidos sus personajes, que nos deja un extraño poso emocional de impotencia».

Recorre visualmente Benavides algunas de las novelas del autor y se posa en La Metamorfosis. «Uno siempre piensa en ese insecto enormecomo en una imagen propicia para el lucimiento del ilustrador, sin embargo Kafka es mucho más sutil, y yo prefiero ilustrar emociones. Me parece un reto más estimulante», precisa.

Más allá de los avatares de gestación y difusión, frecuentes en casi toda la obra kafkiana, esta sencilla historia sobresale por el entrañable dibujo del joven protagonista, Karl Romann, que llega en barco a Nueva York forzado por sus padres a emigrar en busca de fortuna y evitar el escándalo tras dejar embarazada a una sirvienta.

Cálamo recupera El fogonero en el centenario de su publicación, ilustrado ahora por Toño Benavides en una feliz afinidad de espíritu, similar a la que unió a aquel muchacho idealista y al fogonero del transatlántico que cambió su vida: «Quién sabe si no debería yo quedarme cerca de este hombre ¿dónde hallaría yo en estos momentos un amigo mejor?»...

tracking