El último hórreo de León
El Ayuntamiento recupera esta construcción tradicional del siglo XVIII, originaria de Pedrosa del Rey e instalada en el parque de Los Reyes cuando se construyó el pantano de Riaño
Familiares de los donantes del hórreo asistieron a la colocación de una placa que explica su origen. DL
Llevaba años abandonado y acaba de ser rescatado por el Ayuntamiento. Se trata de un hórreo real, del siglo XVIII, aunque forme parte del ‘atrezzo’ del parque de Los Reyes.
Es una construcción tradicional procedente de la localidad de Pedrosa del Rey, inundada por el pantano de Riaño, y donada a la ciudad de León por los hermanos González Alonso. Los trabajos de restauración y acondicionamiento del hórreo, que concluyeron ayer, se iniciaron ante la petición que los propios hermanos González Alonso a la Concejalía de Desarrollo Urbano, por la falta de mantenimiento y atención que había sufrido durante años y lo había llevado a un estado de abandono absoluto.
Para su recuperación, ha precisado el concejal de Desarrollo Urbano, Luis Miguel García Copete, los trabajadores del Servicio Municipal de Espacios Verdes han repuesto las maderas arrancadas, arreglado el tejado, limpiado y barnizado las paredes y podado los arbustos del entorno para que sea visible.
Estos trabajos han contado en todo momento con la colaboración de los donantes, para poder recuperar, en la medida de lo posible, su aspecto original.
«Por supuesto que asumimos inmediatamente la petición de los hermanos González para recuperar y adecentar el hórreo donado por ellos a la ciudad de León», ha señalado García Copete, ya que «entendíamos que este estado de abandono suponía en parte una falta de agradecimiento a la donación efectuada por los propietarios».
Para finalizar estas labores se ha colocado una placa, realizada por el taller municipal de artes y oficios, que sustituye a una anterior desaparecida y que recuerda a los donantes y su procedencia.
Los hermanos González Alonso, acompañados de otros familiares, visitaron ayer parque para comprobar el estado del hórreo tras su restauración. Se trata de una construcción muy especial y única, que llegó a la capital leonesa gracias a un acuerdo con la Diputación. «Se redujo a piezas y se volvió a construir fiel a su diseño en un rincón del Parque de los Reyes, que se había inaugurado en 1982», según la investigadora de la Universidad de León Laura González Garrido, nieta de los propietarios del hórreo.