Varela apuesta por una lectura infantil que promueva la empatía

Tal vez, no haya algo más molesto que ese extraño ruido que se convierte en parte de lo cotidiano. O la manía de un vecino a la misma hora. O el timbre del cartero comercial. Eso sí, si desapacieran sin avisar, lo más seguro es que se echaría de menos esos pequeños incordios. Si por otro lado se añaden las dosis justas de empatía, puede que todo sea más llevadero. En realidad, Emma S. Varela incorpora estos ingredientes junto a otros muchos en su último libro, en el que prosigue con una carrera literaria que es casi una osadía: hacer leer a los más pequeños. Ahora regresa con Un extraño vecino (Editorial Amigos de Papel). Aunque lo suyo tiene algo siempre de triple salto vital, porque sus lanzamientos, sin solaparse, son simultáneos.

Así que hay que detenerse en ese extraño vecino que ha de despertar en los pequeños lectores la curiosidad de aprender que hay algo más allá igual de interesante que uno mismo. «El libro trabaja mucho la empatía. Entender a los demás. Cómo descubre al vecino y le entiende. Aunque antes guñe, le peturba», explica Varela.

Agitando despacio sus alas, sin levantar apenas viento, llega tranquilo y en silencio, el Señor Abeja a su hogar. Al final de la jornada, tan solo quiere descansar. ‘Cri, cricri, cricricri’. ¡No puede ser! De lunes a domingo, en las páginas de este libro, el Señor Abeja no logra dormir por culpa de un imperceptible ‘cri’. ¿Quién será el extraño vecino que emite ese ruido? Esta es la sinopsis sobre la que los más pequeños se sumergerán en el mundo literario de Emma S. Varela, que ante la pregunta de si no sería hora de correr menos riesgos y escribir para los mayores, tiene energías más que de sobra: «Me gusta escribir para los más pequeños. Me sigue gustando», asegura, algo que corrobora un curriculum en el que figuran títulos que han marcado sus hitos en el género, tanto en repercusión como en ventas o al abordar temas que contribuyen, por ejemplo, a introducir a los niños a hechos relevantes de la cultura leonesa. Pero, como debe ser en estos casos, más tratándose de lectores tan exigentes, la temática ha de tender a lo universal. Eso sí, aquel Leonino aún es recordado, y sirve para que la fascinación por la Catedral surja desde el primer momento.

V de Victoria fue otro de los momentos destacados, al convertirse en un superventas del sector. «No me puedo quejar, porque incluso en estos meses, me ha ido muy bien», reconoce Varela.

«Me encanta que mis libros sean material de trabajo en el colegio para los niños», añade.

Así, como ocurrirá con Un extraño vecino, su éxito tiene siempre varias vertientes, como la paternal y la escolar, por supuesto. «La verdad es que me gustan más los niños que los adultos. Aunque también disfruto cuando los mayores me dicen que les ha gustado un libro», afirma.

Así trabaja Varela en todos los frentes. Que pronto incluirá también el de lectora cuando ultime su próxima obra maestra: Lúa.