Viaje al interior de la fruta

marcelino cuevas | león

Es muy complicado trasladar al papel la realidad de la mayoría de los eventos artísticos. Pero resulta de todo punto imposible contarles el complicado entramado creado por Juan Antonio Cuenca para la entrega 2.4 de su Sensual Fruit, que presentó con enorme éxito de público en la Fundación Vela Zanetti.

Transfers que recuerdan anteriores capítulos de la saga, con proyecciones, música especialmente creada para el evento y una instalación a través de la cual se pretende que el espectador penetre en un fragmento de un diminuto grano de granada. Eso sí… ampliado a través del microscopio. Y todo ello aderezado con frutas naturales y zumos de los más variados frutos.

Pero para disfrutar de este espectáculo sonoro, visual, gustativo y táctil, el espectador debe hacer una primera parada en la que conocer los detalles de la que será su participación en el invento. Después, para sumergirse en él, deberá contar con una de las seis naranjas que sirven de entradas. Y lo siguiente es… lo que no se puede explicar con palabras.

Explica el artista que esta nueva muestra «puede considerarse la exposición más sensitiva que he realizado hasta el momento en la serie Sensual Fruit. Pretendo darle un giro completo a la sala de exposiciones temporales de Vela Zanetti, la cual muestra una gran transformación, principalmente porque las paredes están vacías, los focos apagados y las ventanas cerradas para darle el mayor énfasis a la videoinstalación titulada Oceanic Network, iluminada exclusivamente con la proyección audiovisual que incidirá en una de sus caras. Y se exhibe por primera vez el videoarte Microceanic, un audiovisual que alterna distintos posados de modelos con paisajes frutales vistos desde un microscopio a gran escala». Pero el gran objetivo de la exhibición es entrar físicamente dentro de la estructura de un grano de granada. «Sí —dice Cuenca—, se puede disfrutar de un pequeño espacio de desconexión y meditación, estimulado por el sonido del papel al roce del cuerpo al desplazase, el audio del vídeo y una iluminación suave y cálida que envuelve todo este espacio, comprendido dentro de la sala expositiva en penumbra y con una suave atmósfera de humo».

Una gran sorpresa para los espectadores y un prometedor capítulo de esta saga que tendrá su final en la próxima Sensual Fruit, que ya está en proceso de creación. «Tan solo queda —asegura este polifacético creador leonés— que el espectador decida sumergirse en un mágico mundo sensorial y que con el paso del tiempo aprenda a sentir la magia de un viaje donde el dramatismo es dulce y donde podrá evadirse a un espacio diferente, transportándose a un entorno más libre para el disfrute máximo de un instante».