Y el pueblo entró en palacio

Nosotros lo sabemos bien, pero, ¿y los demás? La comunidad científica suele coincidir en el dato, aunque no faltan quienes dudan de él, desconfían o le restan valor, achacándolo en ocasiones a una especie de «desvarío regionalista». Pero el hecho es el que es, y lo que ahora falta es divulgarlo entre la población común, hacer que todos los ciudadanos conozcan este acontecimiento clave para la historia de la democracia.

Una divulgación que contará con un momento idóneo el año que viene, con la celebración de León 2010, el aniversario de los 1.100 años del nacimiento de este reino hispánico. La población leonesa no aceptará que esa efeméride se limite a cuatro o cinco conferencias y exige que se esté a la altura de las circunstancias. De hecho, la celebración debería alcanzar un rango nacional, pues el legado de esas mismas cortes leonesas pasó a las instituciones españolas con el correr del tiempo. Aunque hay otros que aún no aceptan del todo la primacía leonesa. Por ejemplo, ciertos historiadores castellanos han venido reivindicando el papel de las Cortes de Burgos de 1169, pero en realidad la concurrencia de ciudadanos todavía no ha sido probada en ese caso. Sólo en León la representación ciudadana se unió a la Curia antes que en ningún otro reino español. Y bien está que un prestigioso historiador despeje, de una vez por todas, las dudas que pudiera haber al respecto.